En este blog podéis encontrar recetas sencillas con las que aprender a cocinar platos dulces o salados que nos abrirán un mundo de sabores, texturas y emociones para el paladar.
viernes, 8 de marzo de 2013
Pisto casero
INGREDIENTES:
- Un calabacín grande
- Dos pimientos verdes medianos
- Una cebolla dulce grande
- Cuatro tomates terciados maduros
- Aceite de oliva, unas 6 cucharadas soperas
- Sal y azúcar
*** Si queremos hacer el pisto más rápido podemos utilizar tomate natural triturado de lata, el sabor y la textura es diferente pero también queda rico.
ELABORACIÓN:
Ponemos una cazuela ancha y con poco fondo en el fuego al mínimo y añadimos el aceite para que se caliente. Mientras tanto, pelamos la cebolla y la cortamos en juliana, cuando tengamos el aceite caliente, ponemos la cebolla a freír con un poco de sal y tapamos para que no pierda jugo.
Lavamos los pimientos quitando los rabos y semillas. Troceamos en juliana y añadimos a la cebolla. Mezclamos bien y tapamos dejando que se hagan despacio moviéndolos de vez en cuando para que no se quemen.
Lavamos los tomates, los pelamos y troceamos. Si nos gusta encontrar trozos de tomate en el pisto, los cocemos tal cual, pero si no nos gusta, los trituramos con la batidora y los cocemos en el microondas durante 10 minutos con un poco de sal y azúcar en la misma proporción, tapando el bol con un plato y colocando a máxima potencia el horno. Pasado este tiempo, movemos los tomates y seguimos cociendo otros 10 minutos.
Mientras se hace el tomate, lavamos y pelamos el calabacín dejando parte de la piel para evitar que se deshaga cuando lo friamos. Cortamos el calabacín a lo largo en cuatro y fileteamos en láminas de unos 3 cm. de grosor.
Cuando tengamos la cebolla y el pimiento fritos, los pasamos a un colador de malla metálica y dejamos escurrir en un plato. Incorporamos el calabacín en la cazuela avivando el fuego y removiendo para que se haga por igual.
Es muy importante no tapar ni poner sal al calabacín, porque si lo hacemos, soltaría mucho agua y se cocería en lugar de freírse.
Cuando tengamos frito el calabacín, le añadimos la cebolla y el pimiento que tenemos escurriendo, dando unas vueltas con el tenedor de madera para que se calienten e incorporamos el tomate que ya tenemos cocido. Probamos el punto de sal y acidez del tomate rectificando si fuese necesario pero siempre en la misma proporción de sal y azúcar. Si vemos que le hace falta, podemos poner aceite de escurrir la cebolla y el pimiento. Freímos el pisto a fuego lento removiendo de vez en cuando y dejando que reduzca el tomate para que liguen los sabores.
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