Pimientos confitados

*** Recuerdo el día que tomé estos pimientos en casa de mis amigos Víctor y Celina. Me sorprendió lo llamativo de sus colores y después su sabor, que mezclado con el queso, hacían una combinación perfecta.
 
   INGREDIENTES:

 - 3 pimientos de colores
 - 1/2 vaso (agua) de vinagre
 - 1/2 vaso (agua) de azúcar
 - 1/4 de vaso de agua
 - 3 rulitos de queso de cabra
 - 1 cucharada de queso para untar
 - 2 cucharadas de nata líquida
 - Rebanadas de pan tostado
 - Tartaletas de masa quebrada

   ELABORACIÓN:

   Cuando compremos los pimientos, miraremos que no tengan golpes y estén duritos. Mejor si son tricolor, llaman más la atención.



   Los lavamos bien y cortamos en tiras finas lo más iguales posibles.


   Ponemos la olla al fuego fuerte,  añadimos el agua, el vinagre, los pimientos y el azúcar.

    Mezclamos todo, tapamos dejando abertura para que no se forme espuma y evapore un poco el caldo. Bajamos al mínimo el fuego y dejamos que cueza aproximadamente 1 hora mirando de vez en cuando.

   Durante el tiempo de cocción, el caldo habrá reducido y tendrá una textura melosa. Sacamos los pimientos escurridos a un thaper, los dejamos que enfríen y guardamos tapados en el frigorífico. 

   Aguantan perfectamente una semana en el frigorífico. Pero también se pueden congelar.

   Para preparar los aperitivos  ponemos en un cuenco tres rulitos de queso de cabra, una cucharada de queso para untar y dos cucharadas de nata líquida.

   Machacamos con ayuda de un tenedor hasta obtener una crema espesa.


   Rellenamos con la crema unas tartaletas de masa quebrada con ayuda de una manga pastelera o una cucharilla.

   Rebanamos pan del día anterior y lo tostamos. Untamos las rebanadas con queso para untar y dejamos otras con queso de cabra.

   Decoramos con los pimientos confitados las tartaletas y tostadas untadas.

   Presentamos el aperitivo en un plato de pizarra con unos montoncitos de pimientos para que se puedan pinchar solos.

   Seguro que cuando los ofrezcáis a vuestros invitados se quedarán tan sorprendidos que os pedirán la receta.