En este blog podéis encontrar recetas sencillas con las que aprender a cocinar platos dulces o salados que nos abrirán un mundo de sabores, texturas y emociones para el paladar.
miércoles, 29 de enero de 2014
Ensalada de naranja, aguacate, queso, jamón...
*** Hay días en los que nos apetece tomarnos una buena ensalada como plato único. Combinar los ingredientes para que nos aporten todos los nutrientes necesarios y poder continuar con el resto de la jornada con las pilas cargadas.
INGREDIENTES:
- 1 naranja de mesa
- 1 aguacate
- 2 rábanos
- 3 o 4 rodajas de queso de cabra
- Unas lascas de queso Grana Padano
- Unos cortes finos de jamón serrano de cuña
- 1 cucharadita de semillas de sésamo
- 1 cucharada de pistachos
- Sal en escamas
- Aceite de oliva virgen
- Balsámico de frambuesa
ELABORACIÓN:
Lavamos bien la naranja y la pelamos dejando la piel a secar para utilizarla en otra ocasión. Quitamos toda la parte blanca y hacemos rodajas lo más finas que podamos.
Distribuimos las rodajas en platos cubriendo el fondo.
Partimos un aguacate por la mitad, lo pelamos y hacemos gajos muy finos.
Repartimos los gajos de aguacate con cierta gracia y trabajando un poco la creatividad.
Lavamos los rábanos y los cortamos en rodajas finísimas, para ello tendremos que tener bien afilado el cuchillo.
Las repartimos manteniendo la simetría del contenido del plato.
Cortamos unas rodajas de rulo de cabra de 0,5cm y las colocamos de igual manera que el resto de los ingredientes.
Raspamos con el cuchillo en la cuña de queso Grana Padano y sacamos unas lascas que repartimos de forma aleatoria sobre la ensalada.
Sacamos unas lonchas finas desiguales de esa cuña de jamón serrano que tenemos en el frigorífico.
Las distribuimos sobre nuestro plato de ensalada sin que lleguen a saturar. Con 6 lonchas por plato tendremos suficiente.
Espolvoreamos con las semillas de sésamo.
Machacamos un poco los pistachos en el mortero y los repartimos como si condimentáramos con ellos la ensalada.
Salamos con sal en escamas y regamos con un buen aceite de oliva virgen.
Rematamos con unos hilos de balsámico de frambuesa y lista para ser degustada
La frescura y el contraste de sabores junto son la delicadeza de alguno de sus ingredientes, hacen que esta ensalada sea excepcional. Puede que estemos ante un plato rápido, pero que necesita su tiempo para ser degustado con tranquilidad y satisfacer nuestro sentido gustativo.
¡ No hay nada como comer con placer!
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