En este blog podéis encontrar recetas sencillas con las que aprender a cocinar platos dulces o salados que nos abrirán un mundo de sabores, texturas y emociones para el paladar.
martes, 18 de febrero de 2014
¡ Qué Capricho de ensalada !
*** Las ensaladas no pueden faltar en nuestra dieta diaria y, si somos un poco creativos, podemos elaborar una ensalada diferente cada día.
INGREDIENTES:
- 1 mandarina
- 25g de canónigos
- 4 lonchas de queso mozzarella
- 4 tiras de carne de membrillo
- 2 o 3 nueces
- 1 cucharadita de uvas pasas sin semilla
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen
- Sal marina en escamas
- Balsámico de frambuesa
ELABORACIÓN:
Como ya os he comentado en otras ocasiones, la presentación aporta atractivo a los platos; por lo que tendremos que cuidarla y esmerarnos en ella. Además aumenta nuestras habilidades creativas, y la cocina es eso, "crear".
Pelamos la mandarina y le quitamos las hebras que cubren la parte exterior de los gajos. La cortamos en rodajas lo más finas que podamos con ayuda de un cuchillo bien afilado.
Colocamos las rodajas en el plato de forma que queden simétricas y empezando siempre de fuera hacia dentro.
Sobre la mandarina ponemos los canónigos bien limpios y escurridos. Procurando que los tallos queden hacia abajo y las hojas hacia arriba.
Sacamos el queso mozzarella del suero donde se conserva y cortamos unas rodajas finas. Las colocamos entre medias de las rodajas de mandarina. También podemos sustituir este queso por otro fresco tipo Burgos.
Cortamos unas tiras de carne de membrillo y las repartimos sobre los canónigos guardando la linea de simetría que estamos trabajando para nuestro emplatado.
Pelamos las nueces y colocamos sobre las rodajas de queso y entre las tiras de membrillo.
Con las pasas decoramos las rodajas de mandarina que quedan a la vista y el resto las repartimos sobre los canónigos.
Espolvoreamos unas lascas de sal por todo el plato y regamos con una cucharada de un buen aceite de oliva virgen procurando que éste caiga sobre los alimentos y terminamos salseando con unos hilos de balsámico de frambuesa.
Ya tenéis la idea, ahora os toca a vosotros hacerla realidad.
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