En este blog podéis encontrar recetas sencillas con las que aprender a cocinar platos dulces o salados que nos abrirán un mundo de sabores, texturas y emociones para el paladar.
martes, 8 de julio de 2014
Crema dos sabores con gambón a la plancha
*** Dependiendo de cómo presentemos un plato, resultará más o menos apetecible. Visualizar lo que nos vamos a tomar y jugar con los colores hará que una simple crema de zanahoria y calabacín nos parezca de lo más suculento.
INGREDIENTES:
- 2 o 3 zanahorias grandes
- 2 patatas pequeñas
- 1 calabacín grande
- 6 quesitos
- 200ml de nata líquida
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 nuez de mantequilla
- 600ml de agua
- 200g de colas de gambón
- Sal, pimienta, nuez moscada y ajimoí
ELABORACIÓN :
Ponemos una olla al fuego con 300ml de agua junto con una cucharadita de sal. Pelamos las zanahorias y una patata, lo troceamos todo e incorporamos a la olla. Tapamos y dejamos que cueza a fuego medio durante 15 o 20 minutos.
En otra olla se ponen 300ml de agua, una cucharadita de sal, el calabacín pelado y troceado junto con la patata limpia y partida en rodajas no muy gordas. Tapamos y dejamos que cueza durante 15 minutos.
Cuando tengamos cocida la zanahoria, retiramos parte del caldo de la cocción a un vaso. Añadimos 3 quesitos y una pizca de pimienta recién molida. Trituramos con ayuda de la batidora de mano y le agregamos poco a poco el caldo que hemos retirado hasta dejar una textura cremosa pero con cuerpo.
Incorporamos dos cucharadas de aceite de oliva y comprobamos el punto de sal.
Para elaborar la crema de calabacín, retiramos todo el caldo de la cocción a un vaso. Añadimos 3 quesitos y una nuez de mantequilla, trituramos con la batidora de mano incorporando poco a poco la nata para que le dé cremosidad. Si vemos que nos queda demasiado densa, le agregamos un poco de caldo de la cocción. Aromatizamos con un poco de ralladura de nuez moscada y comprobamos el punto de sal.
Servimos las cremas en vasos anchos y no muy altos poniendo un fondo de crema de zanahoria que ocupe un tercio de la capacidad del vaso dando un golpe seco con el vaso en la mesa de trabajo para que asiente. Terminamos de rellenar los vasos con la crema de cañabacín y reservamos.
Para acompañar estas cremas vamos a utilizar unas colas de gambón congeladas que salen mas económicas y si se realiza bien la descongelación y su cocinado, nos quedarán muy jugosas.
Es muy importante poner a escurrir las colas una vez descongeladas para que no tengan exceso de agua.
Ponemos una plancha al fuego medio y mientras se calienta vamos ensartando las colas en palillos de brocheta cortos. No más de dos colas por palillo.
Pincelamos las colas con aceite de oliva por las dos caras y las incorporamos a la plancha para que se hagan medio minuto por cada lado.
Cuando les demos la vuelta, se les espolvorea un poco de ajimolí para darles un toque picante.
Las cremas se pueden servir solas con un poco de pimienta recién molida.
Otra opción es poner una cola de gambón en el centro con un hilo de aceite de oliva.
Montar una cruceta de brochetas sobre el vaso de las cremas.
O servir los vasos de crema ya decorados acompañados de unas brochetas de gambón en la misma fuente de presentación.
Son pequeños detalles que convierten un plato simple en algo llamativo, atractivo y apetecible.
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