En este blog podéis encontrar recetas sencillas con las que aprender a cocinar platos dulces o salados que nos abrirán un mundo de sabores, texturas y emociones para el paladar.
sábado, 13 de abril de 2013
Pastas de almendra
INGREDIENTES:
- 220gr de harina fina de trigo
- 125gr de almendra molida
- 175gr de mantequilla
- 75gr de azúcar
- 1 huevo fresco
- 1/2 cucharadita de moka de sal
- 1 sobre doble de gasificante
- Azúcar glas para decorar
ELABORACIÓN:
En un bol grande, ponemos la harina junto con la almendra molida, la sal y el gasificante. Mezclamos con unas varillas metálicas para que se repartan bien los ingredientes.
Ponemos la mantequilla en el microondas durante 20 seg. a máxima temperatura y cuando esté blanda, añadimos el azúcar y batimos hasta que nos quede cremosa.
Juntamos la mantequilla con la mezcla de harina y almendra y amasamos con la mano.
Batimos el huevo y lo añadimos a la masa, que seguiremos amasando con la mano hasta obtener una textura quebradiza, pero compacta que se separe de los dedos.
En ocasiones, es necesario poner un poco más de harina para conseguir la textura deseada.
Forramos la masa con papel film transparente y guardamos en el frigorífico durante 2 horas para que repose y endurezca.
** Encendemos el horno a 190º en posición aire forzado, o en su defecto calor arriba y abajo.
Preparamos dos bandejas de horno forradas de papel vegetal, sacamos la masa del frigorífico y trabajamos la mitad sobre la encimera a la que habremos puesto un poco de harina para que no se pegue mientras estiramos con un rodillo también dado de harina.
El grosor de la masa estirada será de 1/2 cm aproximadamente. Elegimos uno o varios moldes para cortar galletas y las vamos pasando a la bandeja con ayuda de una espátula de cocina.
Con los recortes que nos quedan, los juntamos a los que nos queden de la otra mitad para estirar al final.
Una vez llena la bandeja de moldes de masa, la metemos al horno a media altura y dejamos hornear durante 10 o 12 minutos. No es necesario que queden doradas.
Mientras se hace la primera tanda de pastas, estiramos la otra mitad de masa y realizamos la misma operación, con un molde diferente o con el mismo.
En cuanto saquemos la primera bandeja del horno, metemos la otra que ya tenemos preparada. Pasamos las pastas horneadas a una rejilla para que se enfríen y poder utilizar la bandeja para otra hornada.
Como al final, nos queda sólo una pequeña pieza de masa que no podemos estirar, lo que haremos será meter la masa dentro del molde y darle la forma apretando con el dedo.
Cuando tengamos todas las pastas frías, las colocamos en una fuente y les tamizamos por encima una buena cantidad de azúcar glas.
Otra opción es poner un poco de cacao en polvo por encima del azúcar, o hacer un glaseado de azúcar y pintarlas con una brocha de cocina, fundir un poco de chocolate y pincelarlas con él...
Da igual como las pongas, seguro que no dejan ni las migas.
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