*** Hacer unos buenos chipirones rellenos es laborioso y lleva bastante tiempo, pero el resultado es tan espectacular, que merece la pena darse la paliza y hacer 2kg para guardar en el congelador y disfrutarlos en cualquier momento.
INGREDIENTES:
- 2kg de chipirones
- 2 cebolletas grandes
- 3 dientes de ajo
- 2 o 3 hojas de laurel
- 4 o 5 rebanadas de pan del día anterior
- 1 tomate maduro grande
- 3 ramas de perejil fresco
- 150gr de colas de camarón congeladas
- 1 vaso de vino blanco
- 1 vaso y 1/2 de agua
- 100ml de aceite de oliva
- 1 pastilla de caldo concentrado
- Sal
ELABORACIÓN:
Lo primero que tenemos que hacer es limpiar muy bien los chipirones y dejarlos que se escurran.
Con las aletas, los tentáculos y algunos cuerpos, realizaremos el relleno por lo que tendremos que trocearlos.
Limpiamos las cebolletas y reservamos los tallos verdes. Ponemos una cazuela grande y con algo de fondo al fuego junto con el aceite. Rebanamos el pan y cuando el aceite esté bien caliente, freímos el pan sin dejar que se queme. Sacamos las rebanadas a un plato y retiramos el aceite, dejando un fondo para pochar la cebolleta picada, los tallos y las hojas de laurel con una pizca de sal. Tapamos para que sude y se haga despacio.
Mientras se hace la cebolla, ponemos los ajos bajo la cazuela para que se asen con el calor de la placa de gas. Pero si no tenemos gas, podemos asarlos en una sartén con la piel.
Lavamos el tomate, lo pelamos y trituramos con la picadora eléctrica. Retiramos la cebolla a un plato y en esa misma cazuela freímos el tomate.
Cuando tengamos reducido el tomate, incorporamos los trozos de chipirones que tenemos preparados para el relleno y subimos la fuerza del fuego.
Removemos y agregamos 1/3 de la cebolleta, dejando que reduzca el jugo que sueltan los chipirones.
Por último incorporamos las colas de camarón troceadas, removemos bien para que queden mezcladas y apagamos el fuego dejando que se enfríe un poco antes de rellenar.
Rellenamos los cuerpos de los chipirones con ayuda de una cucharilla. No es conveniente llenarlos en exceso, porque cuando se cocinan, reduce el tamaño del cuerpo que está crudo y se saldría el relleno.
Cerramos los chipirones con un palillo de madera para evitar que se salga parte del relleno.
Cuando tengamos todos los chipirones rellenos, ponemos una cazuela grande al fuego con 2 o 3 cucharadas del aceite que teníamos de freír el pan. Añadimos los chipirones con al aceite bien caliente y subimos la fuerza del fuego para evitar que suelten mucho jugo.
Pelamos los ajos y los metemos en un mortero junto con las hojas limpias del perejil y las rebanadas de pan frito. Lo majamos todo hasta obtener una masa densa.
En un vaso de batidora, colocamos el resto de la cebolleta ( no los troncos ), el majado del mortero y la pastilla de caldo concentrado. Le añadimos el agua y batimos hasta que quede una salsa.
Agregamos a los chipirones el vino blanco dejando que reduzca durante 2 minutos con el fuego al máximo. Incorporamos la salsa y cocemos durante 45 o 50 minutos a fuego lento removiendo de vez en cuando y añadiendo agua si la salsa nos espesa demasiado.
Si queremos, podemos convertir estos chipirones en salsa de cebolla, en chipirones en su tinta. Sólo tendremos que añadir 4 sobres de tinta cuando cuezan. Pero en este caso, no pondremos la pastilla de caldo porque nos quedarían demasiado salados.
Servimos los chipirones decorando el plato con los troncos de la cebolleta, unos tentáculos y un poco de salsa. Quedan sorprendentemente ricos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario