*** En ocasiones abrimos el frigorífico y parece que no tenemos casi de nada, pero seguro que con un poco de ingenio nos podemos hacer un bocadillo, y para no comerlo sólo, hacemos dos y llamamos a ese amigo que siempre está dispuesto a pasar un rato con nosotros.
¡ Es tan fácil disfrutar el doble ! De un buen bocata y de un buen amigo.
INGREDIENTES:
- 2 panes pequeños
- 100gr de pechuga de pollo
- 25gr de jamón de york
- 1 tomate pequeño
- 2 lonchas de queso finas
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Lechuga variada
- Salsa cesar
- Sal y pimienta
ELABORACIÓN:
Lo principal para hacerse un bocadillo es tener pan, pero si no somos de hacer compra a diario porque el trabajo no nos lo permite, podemos comprar panes pequeños de distintas calidades y formas, rebanarlos y meterlos dentro de su mismo paquete en el congelador. De ésta forma siempre tendremos pan, sólo hay que sacarlo del congelador y dejarlo que se descongele a temperatura ambiente durante unos minutos.
Colocamos una plancha en el fuego al mínimo y ponemos los panes a tostar por las dos caras. No es necesario que se doren demasiado, sólo queremos que se calienten para que quede crujiente.
Pero si no queréis poner la plancha, se puede meter el pan en el tostador.
Aprovechamos ese filete de pechuga de pollo que es tan pequeño que no nos quitaría el hambre y lo cortamos en tiras finas.
Salpimentamos y salteamos en una sartén con media cucharada de aceite. Procuraremos dar fuerza al fuego para que se dore rápido y no suelte jugo.
Con las lonchas de jamón de york que nos quedaron del día anterior y nadie las quiere, podemos hacer unas tiras largas.
Cuando retiremos el pollo de la sartén, ponemos el jamón con otro poco de aceite y lo salteamos hasta que esté doradito.
Lavamos y cortamos en rodajas finas un tomate pequeño, pero si no tenemos tomate, podemos sustituirlo por unas tiras de pimiento asado que seguro tendremos alguna latita en la despensa.
Y llega el momento de montar los bocadillos. Ponemos las dos partes de la base del pan sobre el plato.
Colocamos media loncha fina de queso.
Sobre el queso ponemos las tiras de jamón.
Aprovechamos ese resto de lechugas que nos quedan en la bolsa y que no darían para preparar una buena ensalada. Las ponemos sobre el jamón y sobre éstas...
las rodajas de tomate o tiras de pimiento.
Regamos con un poco de salsa cesar o cualquier otra que nos encontremos por el frigorífico, y si no tenemos ninguna, nos podemos hacer una con un poco de aceite de oliva, miel y vinagre de módena.
Como podéis ver, ya tiene una altura considerable, pero aun quedan ingredientes.
Con mucho cuidado ponemos las tiras de pollo sobre la mini- ensalada y...
rematamos con la otra media loncha de queso.
Cubrimos con las tapas superiores de ese pan crujiente y listo para degustar.
¿Te puedes imaginar algo tan rico en un bocata y con el frigo medio vacío?
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