Conejo "rustido"

 *** El conejo rustido es típico de cataluña, aunque en mi receta introduzco algunas variaciones. Es lo que tiene personalizar las cosas. Le das el punto que más te guste. 

   Os animo a que también lo hagáis con mis recetas, seguro que mejoran. 

   INGREDIENTES:

 - 1 conejo de kilo
 - 6 dientes de ajo gordos
 - 6 tomates secos canarios
 - 1 cucharadita de tomillo
 - 4 tomates medianos de rama
 - 2 cucharadas de aceite de oliva
 - 1 vaso de agua
 - Sal

   ELABORACIÓN:

   Con un conejo de kilo tendremos para cuatro raciones justas, por lo que si necesitáis más cantidad os recomiendo comprar dos conejos pequeños en lugar de uno grande. El motivo es que cuanto más pequeño sea, más tierno queda.

   Preparamos una cazuela ancha y poco profunda con el aceite. Encendemos el fuego y dejamos que se caliente.

   Limpiamos el conejo y lo salamos ligeramente. Cuando el aceite alcance temperatura lo introducimos en la cazuela y doramos despacio junto con los ajos y tomates secos.

   Una vez tome color, agregamos el tomillo que puede ser fresco o seco junto con los tomates enteros.
 
   Si los tomates no están demasiado maduros, tendremos que practicar unos cortes para facilitar que se rompan y suelten jugo.

   Vigilamos que no se tueste demasiado el conejo, por lo que tendremos que estar atentos y dar la vuelta de vez en cuando a los trozos.

   Con ayuda de un tenedor de madera, aplastamos los tomates para que se terminen de romper y se sofrían junto con la carne.

   Tapamos la cazuela para que no pierda demasiado jugo y dejamos que se haga despacio.

   Transcurridos 10 minutos, añadimos el agua ya caliente para que prosiga la cocción tapado la cazuela y comprobamos el punto de sal.

   Dejamos que cueza muy despacio, aunque al final de la cocción se habrá perdido casi todo el agua y nos quedará una salsa espesa.

   El tiempo de cocción dependerá de la carne, por eso os aconsejo piezas de poco peso que tardan menos tiempo en hacerse y quedan mas tiernas.

   Lo bueno de éste plato es que lo puedes hacer de un día para otro y te ahorras el tiempo de cocina, por lo que sólo tienes que preparar la guarnición y una buena ensalada. Además el reposo le ayuda a marinar y queda mucho más sabroso.