*** Estamos en temporada de setas, pero no todo el mundo se puede permitir el lujo de comprarlas en el mercado por el precio que tienen, así pues, no nos vamos a quedar con las ganas de comerlas y os doy una alternativa que, aunque no es igual de sabrosa, si es igual su presencia en la mesa.
INGREDIENTES:
- 450gr de setas variadas congeladas
- 1 cebolla mediana
- 1 diente de ajo
- 125gr de queso Mozzarella fresco
- 275gr de queso para untar
- 4 huevos frescos
- 1 cucharada de harina de maíz
- 50gr de piñones
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 4 hojas de albahaca fresca
- Sal y pimienta
- Mantequilla y pan rallado para el molde
ELABORACIÓN:
* Encendemos el horno a 200º posición aire forzado o en su defecto calor en parte baja. Rejilla a media altura.
Descongelamos las setas y las ponemos a escurrir en un colador presionando con una cuchara para que suelten todo el agua posible. Las picamos en una picadora eléctrica y las reservamos.
Ponemos una sartén mediana en el fuego medio al mínimo y añadimos el aceite. Mientras se calienta, limpiamos la cebolla y la picamos lo más fina que podamos. La incorporamos a la sartén y salamos ligeramente para que suelte jugo y se quede transparente. Pelamos y picamos el ajo para añadirlo a la cebolla y dejar que se poche despacio.
Cuando tengamos la cebolla blandita, agregamos las setas picadas y subimos la fuerza del fuego para que no suelten demasiado agua. Rehogamos todo junto teniendo cuidado de que no se queme.
Mientras, ponemos en un bol grande los cuatro huevos, el queso Mozzarella, el queso de untar, la cuchara de harina de maíz y los piñones.
Trituramos todo con ayuda de una batidora y salpimentamos al gusto.
Añadimos el contenido de la sartén a esta crema y mezclamos con una cuchara.
Untamos de mantequilla el molde para 12 bollitos y lo espolvoreamos con un poco de pan rallado sacudiendo el sobrante.
Rellenamos las cavidades con ayuda de un cacillo y metemos al horno durante 10 minutos a 200º para bajar a 180º y dejar cocer 10 minutos más.
Sacamos del horno y dejamos que reposen sobre una rejilla.
Desmoldamos cuando aún estén algo calientes y los servimos con unas hebras de albahaca pasada por el calor de la sartén y unos piñones.
Está claro que esta receta mejora con setas de temporada, pero con las congeladas nos podemos apañar y sale mucho más asequible.
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