En este blog podéis encontrar recetas sencillas con las que aprender a cocinar platos dulces o salados que nos abrirán un mundo de sabores, texturas y emociones para el paladar.
viernes, 7 de febrero de 2014
Brochetas de pollo en acordeón
*** Elaborar unas brochetas llamativas tanto por su forma como por su sabor no es tan difícil. Solo tenemos que dejar volar nuestra imaginación y hacer que el comer no sea aburrido.
INGREDIENTES:
- 1 pechuga de pollo en filetes
- 2 dientes de ajo pequeños
- 1/2 limón
- 1 cucharada de salsa de soja
- 1 cucharada de miel de naranjo
- 1 cucharadita de tomillo
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Pizca de sal y pimienta
ELABORACIÓN:
Cuando compremos los filetes le pedimos al pollero que los haga finos, pero no transparentes. Una vez en casa, los cortamos en tiras de unos 3cm de ancho.
Ensartamos las tiras de pollo en palillos para brochetas de forma que nos quede plegada la carne.
Cuando tengamos todas las brochetas montadas, las estiramos y salpimentamos por las dos caras.
En un cuenco ponemos el zumo de 1/2 limón, la salsa de soja, el tomillo, la miel, el aceite, los ajos picados muy finos y otro poco de pimienta recién molida. Lo mezclamos todo con un tenedor hasta que la miel se disuelva.
Colocamos unas cuantas brochetas en una fuente que se pueda tapar y las vamos regando con la salsa del cuenco. Si no nos caben todas en el fondo, colocamos varias filas y de vez en cuando les damos la vuelta durante la hora que tenemos que dejar que maceren dentro de la nevera.
Transcurrido éste tiempo, sacamos las brochetas del frigorífico y las volvemos a plegar para darles la forma de acordeón.
Calentamos una plancha eléctrica o de gas y cuando esté caliente, ponemos un hilo de aceite de oliva y pasamos a cocinar las brochetas con una fuerza media para que no se quemen demasiado y el pollo quede hecho por completo por las dos caras.
La salsa de la maceración la pasamos a un cazo y la llevamos a ebullición medio minuto.
Servimos las brochetas acompañadas de un arroz aromatizado y las regamos con una cucharada de salsa caliente.
Seguro que con solo verlas se nos abre el apetito.
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