*** Presentar un plato algo más elaborado y con una presencia bastante atractiva, hace que nuestros comensales se queden sorprendidos y maravillados por ese detalle.
Ya os he comentado en alguna ocasión que cocinar es imaginar, crear y gozar con los resultados de nuestro trabajo.
INGREDIENTES:
- 1 paquete de pasta filo

- 6 champiñones pequeños
- 150g de beicon
- 150g de queso de Burgos
- 150g de queso de untar
- 2 cucharadas de queso parmesano rallado
- 200ml de nata líquida
- 3 huevos frescos
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharadita de hierbas provenzales
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- Sal
- Huevo batido y aceite para pincelar la pasta
ELABORACIÓN:
El relleno de las caracolas lo podemos elaborar el día anterior porque necesita estar frío en el momento de rellenar.


En la misma sarten, doramos el beicon que habremos cortado en tiras finas.
Mientras se nos hacen los champiñones y el beicon, podemos descongelar las espinacas en el microondas.

Retiramos el beicon cuando tenga un color tostado al mismo plato de los champiñones.

Agregamos dos cucharadas de aceite a la sarten y cuando tome temperatura, incorporamos las espinacas ya descongeladas. Salamos ligeramente y dejamos que se cocinen tapadas durante 10 minutos removiendo de vez en cuando.

Transcurrido éste tiempo, añadimos los champiñones y el beicon. Mezclamos todo y retiramos del fuego.




* Encendemos el horno a 180º posición aire forzado, o en su defecto calor arriba y abajo. Rejilla a media altura.




Si nos salen demasiadas caracolas, podemos congelar algunas envueltas en papel vegetal para otra ocasión.

Colocamos las caracolas en una bandeja de horno forrada de papel vegetal y las pincelamos con huevo batido.
Metemos al horno durante 30 minutos. Si durante éste tiempo vemos que se doran demasiado, bajamos la temperatura del horno para que no se quemen y se hagan por dentro.

Las presentamos de forma individual decoradas con unas hojas de albahaca o de menta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario