*** Cocinar pasta puede ser muy gratificante, porque es un alimento que admite infinidad de variaciones, tantas como ingredientes nos gusten.
INGREDIENTES:
- 200g de cintas de pasta
- 300g de setas congeladas
- 200g de colas de gamba congeladas
- 150g de ajetes tiernos frescos
- Agua en abundancia para la cocción
- 1 chorro de aceite de girasol
- 8 cucharadas de aceite de oliva
- 100ml de leche fresca
- 175ml de agua de descongelación de las setas
- 2 cucharadas de queso parmesano en polvo
- Sal y ajimolí
ELABORACIÓN:
Como dos de los ingredientes que necesitamos para elaborar esta receta son congelados, tendremos que descongelarlos con algo de tiempo o adelantar el proceso con el microondas en posición descongelación.
Los ajetes vienen con raíces que tenemos que cortar y quitar la primera capa que cubre el tallo. Una vez limpios, los metemos en agua fresca para que suelten la suciedad que puedan tener entre los tallos.
Los escurrimos y cortamos en trozos no muy grandes y lo más iguales posible.
Ponemos una sarten al fuego mínimo con dos cucharadas de aceite de oliva e incorporamos los ajetes antes de que se caliente demasiado el aceite para evitar salpicaduras. Salamos ligeramente y tapamos. Dejamos que se hagan despacio removiendo de vez en cuando.
Ponemos una olla al fuego fuerte con las 3/4 partes de su capacidad cubiertas de agua. Cuando comience a hervir, incorporamos una cucharadita de sal, un chorrito de aceite de girasol y las cintas de pasta. Removemos con ayuda de un tenedor de madera para que se suelten y dejamos que cuezan destapadas el tiempo que indique el paquete. Una vez cocida la pasta, la pasamos a un escurridor de verduras metálico y pasamos por el agua fría para pararles la cocción. Reservamos.
Limpiamos la olla donde hemos cocido la pasta, ponemos dos cucharadas de aceite de oliva y salteamos las setas descongeladas y escurridas con una pizca de sal.
El agua que han soltado las setas de su descongelación la ponemos en una sarten al fuego para que reduzca la mitad. 
Una vez reducido, añadimos la leche y dejamos que rompa a hervir. Bajamos la fuerza del fuego al mínimo y agregamos el queso parmesano. Removemos con unas varillas hasta que se espese ligeramente y quede con una textura cremosa. Reservamos.
Retiramos las setas de la olla a un plato y añadimos otras dos cucharadas de aceite de oliva. Secamos las colas de gamba con papel de cocina y las salteamos junto con un pellizco de ajimolí. Es muy importante que en este paso, el fuego esté bastante fuerte para que las gambas no suelten agua y se hagan en un minuto.
Reservamos las gambas junto con las setas y fregamos la olla. Volvemos a colocarla al fuego con dos cucharadas de aceite y la pasta cocida. Removemos con ayuda de un tenedor para que se impregne del aceite y se suelte.
Cuando se haya calentado un poco la pasta, añadimos las setas y gambas para que se mezclen con ésta.
Retiramos del fuego y servimos los platos con las cintas salteadas. Repartimos los ajetes por encima de la pasta y regamos con un poco de salsa de queso. Espolvoreamos con ajimolí y listo para tomar. 
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