*** La elegancia no está reñida con la sencillez, por eso he querido mostrar una receta elegante con un contenido sencillo.
Como podéis ver, en la cocina se juega mucho con la imaginación.
INGREDIENTES:
- 1 paquete de obleas de empanadillas
- 1 morcilla de Burgos
- 1 cucharada de piñones
- 3 huevos frescos
- 1 cucharadita de aceite de oliva
- Sal
- Chimichurri o ajimolí
ELABORACIÓN:
** Encendemos el horno a 180º en posición calor parte baja o solera. Rejilla a media altura.
Sacamos del frigorífico el paquete de obleas durante 5 minutos para que tome temperatura ambiente.
Preparamos cuatro moldes de bizcochitos y los vamos forrando con el papel vegetal que traen los discos de masa.
Necesitaremos cuatro por cada molde.
Cuando tengamos un molde forrado, le ponemos las obleas procurando que cubran todo el fondo.
Realizamos la misma operación con todos los moldes.
Batimos los huevos en un bol mediano y con ayuda de un pincel, damos brillo a las tulipas.
Espolvoreamos un poco de chimichurri o ajimolí. También se puede poner un poco de canela molida, pero eso va en el gusto de cada uno.
Metemos los moldes en el horno y dejamos que horneen durante 12 o 15 minutos. Transcurrido éste tiempo, comprobamos que estén bien cocidos por el interior. Si vemos que le falta un poco, podemos tapar la masa ya dorada por encima con un pliego de papel vegetal y evitaremos que el exceso de calor las queme.
Sacamos los moldes y reservamos. Dejamos el horno apagado pero cerrado para no perder el calor ya que luego tendremos que volver a utilizarlo.
Cuando podamos tocar las tulipas sin quemarnos, iremos retirando los papeles que cubren la masa y volvemos a colocarlas en los moldes. Ya no hay peligro de que se queden pegadas.
Colocamos una sartén mediana en el fuego y salteamos los piñones hasta que adquieran una tonalidad dorada.
Retiramos la piel de la morcilla y la incorporamos a la sartén. Con ayuda de un tenedor, aplastamos los trozos de morcilla para que se haga por igual.
Cuando la tengamos hecha, se retira a un plato y limpiamos un poco la sartén con papel de cocina. Volvemos a poner al fuego y calentamos el aceite. Salamos ligeramente los huevos que ya tenemos batidos y removemos con el tenedor de madera para conseguir un revuelto.
Antes de que se cuaje totalmente el huevo, apagamos el fuego y seguimos removiendo para que se termine de hacer con el calor de la sartén.
Mezclamos la morcilla con el revuelto y rellenamos las tulipas.
Volvemos a meter en el horno para que no pierdan temperatura mientras recogemos un poco la cocina.
Sacamos del horno justo en el momento de servir y las decoramos con una tira de pimiento asado que perfectamente puede ser de lata.
Espero que con una receta tan sencilla podáis sorprender a vuestros comensales.
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