Aquí tenéis una idea de cómo he cambiado un plato combinado de espinacas y champiñón salteados con salmón a la plancha para 2, en un espectacular hojaldre relleno para 6. Solo he añadido el hojaldre y con los troncos del champiñón he elaborado una besamel para crecer las espinacas.
INGREDIENTES:
- 2 láminas de hojaldre congelado
- 300gr de salmón
- 400gr de espinacas congeladas
- 300gr de champiñón fresco
- 2 lonchas de queso para fundir
- 1 cucharadita de harina
- 50gr de queso Grana Padano
- 1/4 de cebolla dulce
- 1/2 vado de leche fresca
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 huevo fresco
- Sal y pimienta
ELABORACIÓN:
Lo primero que tenemos que hacer es sacar del congelador las espinacas, el salmón y el hojaldre, teniendo en cuenta que cada uno de los alimentos necesita un tiempo diferente para descongelarse de forma correcta.
Colocamos una sartén al fuego con una cucharada de aceite y cuando alcance temperatura incorporamos las espinacas para que se hagan con su propio jugo y una pizca de sal. Las tapamos y removemos de vez en cuando manteniendo el fuego al mínimo.
Limpiamos los champiñónes de la tierra que tienen en el tronco, los lavamos bajo el agua fresca, secamos con papel de cocina y separamos los troncos del sombrero para elaborarlos por separado.
Ponemos una cazuela pequeña al fuego mínimo con una cucharada de aceite y la cebolla picada muy menuda. Mientras se pocha la cebolla, picamos los troncos de champiñón y los añadimos a la cazuela. Removemos para que se haga por igual.
Cuando tengamos un poco dorados los ingredientes, les agregamos una cucharadita de harina, removemos y vertemos la leche poco a poco sin dejar de mover para que se forme una besamel densa.
Suavizamos la crema con dos lonchas de queso que iremos fundiendo sin dejar de mover con la cuchara de madera.
Pasamos la besamel a un vaso y la trituramos con ayuda de la batidora para que tanto la cebolla como los troncos queden ligados a la salsa.
Mezclamos la besamel con las espinacas que tenemos haciéndose en la sartén y probamos de sal. Dejamos que cueza un minuto y retiramos del fuego.
Encendemos el horno a 220º con calor en parte baja y rejilla a media altura.
Cortamos los sombreros de champiñón en láminas no muy finas, los salteamos en una sartén con una cucharada de aceite y con el fuego al máximo. Es muy importante no poner sal para evitar que suelten agua, y también que el fuego esté muy fuerte mientras volteamos las láminas haciendo movimientos de vaivén con la sartén desde su mango.
Retiramos las láminas de champiñón a un plato y en la misma sartén marcamos los lomos de salmón que ya los tenemos limpios de piel y espinas y salpimentados. Bajamos la fuerza del fuego y los hacemos 1/2 minuto por cada lado. Los retiramos a un plato y reservamos.
Al salmón no le hace falta poner aceite porque es un pescado muy graso y con el calor suelta su propia grasa con la que se cocinará.
Tendremos en cuenta, que el salmón tiene que quedar casi crudo por dentro, ya que al cocinarlo en el horno con el hojaldre se terminará de hacer. De ésta forma quedará jugoso y blando.
Estiramos una de las láminas de hojaldre sobre papel vegetal y la colocamos en la bandeja del horno sin quitarle el papel. Rellenamos con las espinacas dejando un borde todo alrededor para poder sellar después.
Ponemos unas lascas de queso Grana Padano o cualquier queso curado que tengamos en el frigorífico.
Después separamos en gajos los lomos de salmón y los distribuimos por encima del relleno.
Terminamos colocando láminas de champiñón reservando unas pocas para decorar.
Estiramos la segunda lámina de hojaldre y cubrimos el relleno. Cortamos con un cuchillo los bordes sobrantes para igualar y mojamos con un poco de agua la parte de masa interna para que se selle con facilidad.
Doblamos los borde y presionamos con ayuda de un tenedor.
Pincelamos la superficie con huevo batido, pinchamos un poco para evitar que se infle demasiado y decoramos con los recortes de masa que, también pincelamos para que tomen brillo.
Metemos al horno durante 15 minutos. Transcurrido éste tiempo, bajamos la temperatura a 180º y pasamos a posición calor arriba y abajo. Horneamos otros 5 minutos y comprobamos que esté dorada.
Sacamos del horno y dejamos que se enfríe un poco antes de servir.
Si por casualidad queda hojaldre, lo podemos guardar en el frigorífico y calentarlo un poco en el horno cuando lo queramos consumir.
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