*** Lo que tenemos que hacer para que nuestras recetas pasen de generación en generación, es elaborarlas con todo el cariño que se pueda poner para que se trasmita a los tuyos cuando las coman y las recuerden como algo especial que les hacías de pequeños.
En mis recuerdos quedan muchos momentos de tardes de otoño jugando en la calle y al llegar a casa encontrarme con una fuente de rosquillas recién hechas.
Ahora soy yo quien se las hace a mis hijos y veo en ellos las mismas reacciones que las mías cuando las descubren en la cocina.
No os perdáis esta experiencia, es todo un gozo.

- 1/2kg de harina fina
- 2 huevos frescos
- 1 medida de aceite de oliva
- 1 medida de zumo de naranja
- 4 cucharadas de azúcar
- 1 copita de anís
- 1 cucharadita de moka de esencia de naranja
- 1 sobre de levadura en polvo
- Aceite en abundancia para freír
- Azúcar para rebozar
ELABORACIÓN:




Forramos la encimera con papel vegetal y nos manchamos las manos con un poco de aceite para poder trabajar la masa sin que se nos quede pegada.




Cuando las tengamos fritas por los dos lados, las sacamos a un plato con papel de cocina para que suelten el exceso de grasa y después las rebozamos con azúcar que tendremos colocada en un plato.

Pasamos las rosquillas a una fuente y continuamos friendo hasta que las hagamos todas.
Lo normal es hacer la forma mientras se fríe una tanda, y entre frito y frito rebozar y colocar en la fuente. No se tarda nada en cogerle el ritmo y en un momento tienes todas las rosquillas hechas.

Si ésto sucediese, cosa poco probable, recomiendo que se guarden en una caja de chapa o en un recipiente hermético para evitar que se pongan duras.
las rosquillas también son fantásticas y el toque del zumo de naranja y la copita de anís le dan singularidad.
ResponderEliminarTe recomiendo que cuando las hagas, dejes la masa lo más blandita que puedas para que te queden tiernas después de freírlas.
EliminarYa me contarás.