miércoles, 12 de febrero de 2014

Crema de hortalizas con crujiente de batata


   *** Tomar cremas de hortalizas o verduras es algo que en ocasiones nos cansa porque siempre nos parecen las mismas. Pero si somos un poco ingeniosos podemos cambiar alguno de los ingredientes para que el sabor sea diferente y sobre todo les podemos dar ese toque personal en la presentación que hará visualmente más atractiva su degustación.

   INGREDIENTES:

 - 1 calabacín
 - 1 puerro
 - 2 patatas pequeñas
 - 5 o 6 zanahorias pequeñas
 - Agua
 - Sal y pimienta
 - 1 nuez de mantequilla
 - 4 lonchas de queso para fundir
 - 200ml de nata líquida
 - 1/4 de batata
 - 50ml de aceite de oliva

   ELABORACIÓN:

   Pelamos y lavamos el calabacín, las zanahorias, las patatas y el puerro.

   Lo troceamos todo no muy pequeño y metemos en una olla rápida o a presión con dos dedos de agua y un poco de sal. Cerramos la olla y ponemos  al fuego fuerte, cuando comience a salir vapor por la válvula, bajamos el fuego y dejamos que se cocine durante 5 minutos.

   Retiramos del fuego y dejamos que baje la presión antes de abrir.

   Para evitar que nos quede demasiado caldosa la crema, separamos la mitad del caldo de la cocción a un vaso. Incorporamos la mantequilla, que podrá ser sustituida por aceite de oliva, y el queso. Metemos la batidora y trituramos todo bien hasta obtener una crema. 

   Añadimos la nata, que podremos sustituir por leche y batimos de nuevo hasta tener ligada la nata a la crema. Si vemos que nos queda demasiado espesa, podemos añadir parte del caldo que tenemos en el vaso. Comprobamos el punto de sal y rectificamos si fuese necesario.

   En conveniente no poner demasiada sal al principio en la cocción, de esta forma podremos añadir si fuese necesario, de lo contrario, si la cocción nos queda salada será muy difícil rebajar el punto de sal.

  Lavamos la batata, que podemos sustituir por boniato, zanahoria, tiras de puerro o incluso jamón serrano.

    Cortamos unas cuantas rodajas lo más finas posibles y las pasamos de dos en dos por una sarten con el aceite bien caliente, dando la vuelta casi al mismo tiempo que entran en contacto con el aceite para evitar que se quemen.

   Retiramos a un plato forrado con papel de cocina para que suelten el exceso de grasa.

   Servimos los platos con la crema, espolvoreamos un poco de pimienta recién molida y decoramos con el crujiente dándole ese toque gracioso y diferente.

   Seguro que a todos os parecerá que estáis tomando una crema diferente a la de otras ocasiones.




No hay comentarios:

Publicar un comentario