En este blog podéis encontrar recetas sencillas con las que aprender a cocinar platos dulces o salados que nos abrirán un mundo de sabores, texturas y emociones para el paladar.
viernes, 25 de marzo de 2016
Tarta portuguesa de almendras
*** Hace unos días nos trajo una mamá a la escuela donde trabajo una tarta muy conocida en Portugal. Es una receta tradicional y como a mí me gusta tanto cocinar, le pedí la receta y la he elaborado para celebrar el cumpleaños de uno de mis hijos.
INGREDIENTES:
Bizcocho
- 150g de mantequilla
- 150g de azúcar
- 175g de harina
- 2 ó 3 huevos
- 4 cucharadas soperas de leche
- 1 sobre de levadura química
- Una pizca de sal
Cobertura
- 150g de almendra fileteada
- 125g de mantequilla
- 100g de azúcar
- 4 cucharadas de leche
- Una pizca de sal
ELABORACIÓN:
* Encender el horno a 170º posición calor parte baja o solera. Rejilla a media altura.
Colocamos las almendras bien extendidas en una bandeja de horno forrada con papel vegetal y metemos al horno mientras alcanza temperatura, teniendo cuidado de que no se quemen, solo queremos que se doren un poco.
Pesamos todos los ingredientes y comenzamos a mezclar el azúcar y la mantequilla fundida con ayuda de unas varillas manuales.
Seguido le incorporamos los huevos que, dependiendo de su tamaño, pondremos 2 ó 3. Removemos hasta incorporarlos a la crema.
Añadimos la leche para ligarla a la crema y dejarla más ligera.
Por último vamos añadiendo la harina tamizada con la levadura y la pizca de sal a la vez que vamos haciendo movimientos envolventes con las varillas para que no queden grumos.
Nos tiene que quedar una crema densa y bien ligada.
Pasamos la crema a un molde forrado con papel vegetal y engrasado con mantequilla los bordes y lo movemos para que la crema se extienda y quede asentada.
Metemos al horno que ya tendremos caliente y dejamos que cueza entre 15 y 20 minutos.
Mientras horneamos el bizcocho, ponemos en una cazuela el azúcar con la leche, la mantequilla y la pizca de sal. Dejamos que se funda la mantequilla a fuego medio.
Incorporamos las almendras a la cazuela y mientras cuece, removemos para que las almendras se impregnen de la mezcla. Cocinamos un par de minutos y reservamos.
Una vez cocido el bizcocho, lo sacamos del horno y lo cubrimos con las almendras.
Repartimos las almendras con ayuda de una paleta de cocina y volvemos a meter la tarta al horno, pero esta vez ponemos el calor en la parte superior o grill para dorar la cobertura durante unos 5 minutos, teniendo cuidado de que no se queme.
Sacamos del horno y dejamos que se enfríe un poco antes de desmoldar.
Aconsejo poner raciones no muy grandes porque es una tarta que llena bastante, aunque a mi hijo le ha gustado tanto, que al poco tiempo de comer, me ha pedido otro trozo para merendar.
¡¡ Es increíble el apetito que pueden tener estos adolescentes !!
lunes, 7 de marzo de 2016
Tulipas de masa de empanadillas
*** Siguiendo la linea de la receta anterior, os voy a mostrar una estupenda forma de elaborar unas tulipas con una masa de empanadillas que estaban a punto de caducar y que una vez horneadas, se pueden congelar y prolongar su fecha de consumo además de tener adelantado un trabajo en el proceso de elaboración de un aperitivo. No hay nada como ser organizado para aprovechar al máximo los recursos que nos brinda la cocina.
INGREDIENTES:
- 1 paquete de masa de empanadillas
- 1 huevo fresco
ELABORACIÓN:
* Encendemos el horno a 170º posición aire forzado o en su defecto calor en parte baja. Rejilla a media altura.
Mientras se calienta el horno, colocamos las obleas de masa con su papel en un molde metálico para magdalenas haciendo una pequeña presión con los dedos hacia abajo.
Batimos el huevo y las pincelamos por el interior con ayuda de una brocha de cocina.
Metemos en el horno y dejamos que se hagan entre 8 y 10 minutos, o cuando veamos que han tomado un tono dorado.
Sacamos los moldes del horno y dejamos que se enfríen durante unos minutos.
Una vez frías, las metemos en un recipiente rígido con tapa procurando que queden huecas y no se opriman. Se guardan en el congelador y listo.
A la hora de consumirlas para elaborar un aperitivo, solo se tienen que sacar del congelador y en menos de 5 minutos les puedes quitar el papel que las protege y listas para rellenar y volver a calentar en el horno si fuese necesario.
En este blog podéis encontrar algunas recetas con tulipas hechas de esta masa.
Un plato de bacalao con algo más
*** Ayer hice revisión en la nevera y viendo que tenía que cocinar unas verduras para que no se estropeasen, reorganicé la comida del día siguiente. Siempre hay formas de dar salida a esos productos a los que les queda poco tiempo para caducar o que vemos que se están empezando a estropear. Por ello, es muy importante vigilar de forma periódica lo que tenemos en el frigorífico, congelador y despensa.
INGREDIENTES:
- 1/2 pimiento rojo
- 1 pimiento verde
- 1/2 calabacín
- 1/2 cebolla dulce
- 1/2 puerro
- 4 patatas medianas
- 4 piezas de bacalao desalado congelado
- 1/2 vaso de aceite de oliva virgen
- Sal
ELABORACIÓN:
Limpiamos las verduras, las cortamos en dados lo más pequeño que podamos y ponemos a pochar en una sartén con dos cucharadas de aceite y el fuego a media potencia empezando por los pimientos, seguido de la cebolla y el puerro y por último el calabacín, añadiendo una pizca de sal al principio. Dejamos que se haga despacio y tapando la sartén para que suelten jugo las verduras. Cuando las tengamos suaves y tiernas, las pasamos a una fuente refractaria y las reservamos.
Limpiamos la sartén con un poco de papel de cocina y le ponemos el aceite restante. Mientras se calienta, pelamos, lavamos y cortamos las patatas en rodajas de unos 3 o 4 mm de grosor. Las salamos ligeramente y las pasamos al aceite para que se doren y se hagan por dentro.
Una vez fritas las patatas, las pasamos a la fuente donde terminaremos de cocinar el plato y las reservamos junto a la fritada dentro del horno a una temperatura de unos 90º.
En el aceite de freír las patatas, ponemos los trozos de bacalao ya descongelados y dejamos que se hagan por los dos lados a la vez que movemos la sartén para que su jugo se ligue con el aceite y se forme un pilpil.
Es muy importante mantener una temperatura baja, pero no en exceso para que se cocine el bacalao suavemente y no se quede seco. El tiempo dependerá del grosor de las piezas, pero no más de 10 minutos en total.
Sacamos las patatas del horno con ayuda de unos guantes de cocina para no quemarnos y les ponemos el bacalao encima.
A continuación, cubrimos con parte de las verduras dejando el resto en la fuente. Tal cual está, se puede llevar a la mesa y servir junto con el resto de la fritada y la salsa pilpil.
Para emplatar, colocamos el bacalao con su cama de patatas y regamos con unas cucharadas de pilpil.
Este es el resultado de un plato que en un principio no estaba pensado hacerse ese día. No está mal ¿ no ?
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