En este blog podéis encontrar recetas sencillas con las que aprender a cocinar platos dulces o salados que nos abrirán un mundo de sabores, texturas y emociones para el paladar.
domingo, 31 de mayo de 2015
Helado de turron
*** No hay nada más apetecible en estos días de calor que un buen helado. Elaborarlo es muy sencillo, y podemos hacerlo de cualquier sabor. Yo lo he hecho de turrón, porque me quedó una tableta de estas Navidades y no quería que se estropease con el calor. El resultado ha sido espectacular.
INGREDIENTES:
- 1 tableta de turrón de almendra blando
- 500ml de nata para montar
- 200g de leche condensada
- 3 yemas de huevo
ELABORACIÓN:
Lo primero que tenemos que hacer, es forrar un molde rectangular con bastante fondo con papel vegetal. Le podemos poner unos puntos de mantequilla al molde para que el papel que sede pegado a las paredes.
Sacamos la tableta de turrón de su envoltorio y lo troceamos en dados pequeños. Si se rompe un poco no pasa nada, e incluso aconsejo machacar una parte con un tenedor para que al mezclarlo se reparta mejor el sabor.
Ponemos la nata bien fría en un bol grande y la montamos con ayuda de unas varillas eléctricas.
En otro bol más pequeño, mezclamos la leche condensada con las tres yemas.
Incorporamos esta mezcla a la nata y lo batimos suavemente con unas varillas manuales hasta que se integre completamente.
Por último, añadimos el turrón a la mezcla y removemos con movimientos envolventes para que se reparta bien.
Vertemos el contenido del bol en el molde que tenemos forrado, le damos unos golpes secos al molde contra la superficie de la mesa para que se asiente y no queden cámaras de aire en el interior.
Igualamos la superficie con ayuda de una cuchara y lo tapamos con papel de aluminio. Metemos en el congelador durante 24h.
Pasado éste tiempo, podemos sacar el molde del congelador y, tirando del papel vegetal, sacar el bloque de helado a una tabla.
Hacemos cortes del grosor que nos apetezca, pero aconsejo que no sean demasiado gruesos.
Presentamos en un plato con unos hilos de chocolate fundido o caramelo líquido. También se puede poner sobre galleta de barquillo o dentro de una tulipa con el fondo de chocolate. La presentación dependerá del momento y los comensales.
jueves, 28 de mayo de 2015
Crema de calabacín y champiñón
* Hoy me he encontrado en el frigorífico con unos champiñones que se me habían quedado olvidados y un par de calabacines no muy grandes y que llevavan tiempo en la nevera. Así que he decidido preparar una crema para la cena.
INGREDIENTES:
- 2 calabacines pequeños
- 12 champiñones pequeños
- 1/4 de cebolla pequeña
- 300ml de leche
- 200ml de nata para cocinar
- 4 quesitos
- 25g de mantequila
- 2 cucharadas de queso rallado curado
- 1 cucharada de piñones
- hojas de albahaca fresca
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Sal y pimienta
ELABORACIÓN:
Limpiamos la cebolla, cortamos 1/4 y la troceamos muy menuda. Pasamos a una cazuela caliente con 1 cucharada de aceite y la pochamos muy despacio con una pizca de sal. Mantenemos la cazuela tapada para que el vapor que genera haga que se quede más transparente y tierna.
Limpiamos los champiñones, los cortamos en láminas y cuando tengamos la cebolla pochada, se los añadimos subiendo un poco la potencia del fuego.
Lavamos, pelamos y troceamos los calabacines que incorporamos a la cazuela añadiendo una pizca de sal y dejamos que se cocinen manteniendolos tapados.
Cuando tengamos los ingredientes de la cazuela tiernos, les ponemos la leche, removemos un poco y volvemos a tapar bajando la fuerza del fuego al mínimo y dejando que cuezan muy despacio hasta que reduzca a la mitad.
Retiramos del fuego, añadimos los quesitos y trituramos con ayuda de la batidora eléctrica.
Después ponemos la mantequilla y dejamos que se funda un poco antes de mezclar con la crema.
Agregamos la nata. Batimos y verificamos la textura. Si notamos que está demasiado densa, se puede añadir un poco de leche.
Por último, ponemos de nuevo al calor y añadimos el queso rallado. Removemos con una cuchara de madera hasta que se incorpore en su totalidad a la crema. Retiramos del fuego y reservamos tapada.
En una sarten, tostamos los piñones a la vez que podemos hacer las hojas de albahaca con unas gotas de aceite para que queden crujientes.
Servimos la crema en unos cuencos bonitos y comenzamos a decorar.
Repartimos unos pocos piñones en cada cuenco y una hoja de albahaca crujiente.
Regamos con un hilo de aceite de oliva virgen y una pizca de pimienta recién molida.
Os puedo decir que, para ser una crema inventada para aprovechar unos productos que se habían quedado olvidados en el frigorífico, ha quedado riquísima.
domingo, 24 de mayo de 2015
Galletas de mantequilla decoradas con dos chocolates
*** Hacer unas deliciosas galletas de mantequilla no tiene ningún secreto y lo mejor de todo es, que las podemos elaborar con los niños y pasar un rato de lo más divertido mientras aprenden jugando los secretos de la repostería.
INGREDIENTES:
- 230g de harina fina
- 180g de mantequilla
- 60g de azúcar molido
- 2 cucharaditas de esencia de vainilla líquida
- 1 pizca de sal
- 50g de chocolate negro para cobertura
- 50g de chocolate blanco para cobertura
- 5g de mantequilla
- 1 cucharada de leche
ELABORACIÓN:
* Encendemos el horno a 180º en posición aire con calor en parte baja. Rejilla a media altura.
En la elaboración de las galletas y pastas, es muy importante mantener las tasas y medidas que nos dictan las recetas, por ello es necesario tener todos los ingredientes ya pesados cuando nos dispongamos a prepararlas porque lo normal es amasar con las manos y nos sería muy engorroso tener que estar pesando los ingredientes con las manos pringosas.
Lo primero que tenemos que hacer es dejar la mantequilla en punto pomada, es decir, dejar que se ablande hasta el punto que parezca una pomada. Para ello, la podemos meter en el microondas medio minuto a media potencia.
Cuando tengamos la mantequilla cremosa, le añadimos el azúcar que habremos molido en un molinillo de café o similar. No hace falta comprar azúcar glas para este fin, pues nos sale mucho mas cara y si somos previsores, la podemos tener molida en un tarro para adelantar el trabajo.
Batimos la mantequilla junto con el azúcar hasta que se blanquee y nos quede una crema suave.
Separamos un par de cucharadas de harina de la que tenemos pesada en el bol para añadir al final del amasado, le ponemos la pizca de sal y la crema de mantequilla. Batimos con unas varillas o directamente con las manos.
Cuando tengamos los ingredientes bien mezclados, añadimos la esencia de vainilla. Removemos un poco y ponemos el resto de la harina que tenemos reservada.
Seguimos amasando hasta que obtengamos una masa que se separe de las manos, pero bastante blanda y esponjosa.
Forramos una placa de horno con papel vegetal y vamos haciendo palitos con pequeñas porciones de masa que colocamos en la placa. Procuraremos que tengan el mismo grosor y el mismo tamaño, pero si esto nos resulta muy complicado, se pueden hacer bolitas y aplastarlas un poco para que queden unas galletas redondas. Tendremos en cuenta que hay que dejar una separación entre unos y otros porque al calentarse se expanden ocupando el espacio que hemos dejado libre.
Una vez llena la placa de palitos, la metemos en el horno y dejamos que se hagan durante 10 minutos. Mientras tanto, seguimos formando más galletas porque nos saldrán dos o tres hornadas.
Sacamos la placa del horno y dejamos que se templen un poco antes de pasarlas a una rejilla para que terminen de enfriar.
Cuando tengamos todas las galletas horneadas, preparamos los chocolates. Para ello, tenemos que poner una cazuela con agua al fuego e introducir en ella un cazo más pequeño. Mientras se calienta, troceamos el chocolate blanco y, si la placa es eléctrica, podemos apagar el piloto porque con el calor residual nos es suficiente para fundir los chocolates.
Incorporamos el chocolate troceado al cazo y lo movemos con una cuchara de madera hasta que se funda. Lo retiramos del agua y vertemos en un biberón o manga pastelera con boquilla fina y sin dibujo.
Decoramos las galletas que habremos puesto sobre uno de los papeles vegetales que hemos utilizado para hornear, haciendo líneas sobre ellas. Si vemos que nos espesa el chocolate y nos cuesta decorar con el, lo metemos al baño María en el agua que tenemos caliente unos instantes.
Realizamos el mismo proceso con el chocolate negro, pero en esta ocasión, tendremos que añadir la mantequilla y la leche para que no quede demasiado duro.
Dejamos que se enfríe el chocolate y si queremos que endurezca un poco más, se pueden meter un rato en el frigorífico.
Para conservar estas galletas, tendremos que meterlas en una caja de chapa o de cartón en un lugar seco y fresco, pero os aseguro que llegarán muy pocas a la caja.
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