jueves, 28 de mayo de 2015

Crema de calabacín y champiñón


   * Hoy me he encontrado en el frigorífico con unos champiñones que se me habían quedado olvidados y un par de calabacines no muy grandes y que llevavan tiempo en la nevera. Así que he decidido preparar una crema para la cena.

   INGREDIENTES:

 - 2 calabacines pequeños
 - 12 champiñones pequeños
 - 1/4 de cebolla pequeña
 - 300ml de leche
 - 200ml de nata para cocinar
 - 4 quesitos
 - 25g de mantequila
 - 2 cucharadas de queso rallado curado
 - 1 cucharada de piñones
 - hojas de albahaca fresca
 - 2 cucharadas de aceite de oliva
 - Sal y pimienta

   ELABORACIÓN:

   Limpiamos la cebolla, cortamos 1/4 y la troceamos muy menuda. Pasamos a una cazuela caliente con 1 cucharada de aceite y la pochamos muy despacio con una pizca de sal. Mantenemos la cazuela tapada para que el vapor que genera haga que se quede más transparente y tierna.

   Limpiamos los champiñones, los cortamos en láminas y cuando tengamos la cebolla pochada, se los añadimos subiendo un poco la potencia del fuego.

   Lavamos, pelamos y troceamos los calabacines que incorporamos a la cazuela añadiendo una pizca de sal y dejamos que se cocinen manteniendolos tapados.

   Cuando tengamos los ingredientes de la cazuela tiernos, les ponemos la leche, removemos un poco y volvemos a tapar bajando la fuerza del fuego al mínimo y dejando que cuezan muy despacio hasta que reduzca a la mitad.

   Retiramos del fuego, añadimos los quesitos y trituramos con ayuda de la batidora eléctrica.

   Después ponemos la mantequilla y dejamos que se funda un poco antes de mezclar con la crema. 

   Agregamos la nata. Batimos y verificamos la textura. Si notamos que está demasiado densa, se puede añadir un poco de leche.

   Por último, ponemos de nuevo al calor y añadimos el queso rallado. Removemos con una cuchara de madera hasta que se incorpore en su totalidad a la crema. Retiramos del fuego y reservamos tapada.

   En una sarten, tostamos los piñones a la vez que podemos hacer las hojas de albahaca con unas gotas de aceite para que queden crujientes.

   Servimos la crema en unos cuencos bonitos y comenzamos a decorar.

   Repartimos unos pocos piñones en cada cuenco y una hoja de albahaca crujiente.

   Regamos con un hilo de aceite de oliva virgen y una pizca de pimienta recién molida.

   Os puedo decir que, para ser una crema inventada para aprovechar unos productos que se habían quedado olvidados en el frigorífico, ha quedado riquísima.


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