*** Mi tía Elisa tiene una mano para la cocina que ya quisiéramos muchos tener ese don.
Yo me conformo con disfrutar viéndola elaborar sus recetas de toda la vida y aprendiendo para poder transmitir a los míos una ciencia muy particular: " la gastronomía con cariño "
INGREDIENTES:
- 1 Pollo de corral troceado
- 1 cebolla gordita
- 2 dientes de ajo
- 2 huevos cocidos
- 2 cucharadas de almendra molida
- 1 cucharadita de harina de trigo
- 1 vaso de agua
- 50ml de aceite de oliva
- 2 ramas de perejil fresco
- Unas hebras de azafrán
- Sal
ELABORACIÓN:
Cuando compremos el pollo, le pedimos al pollero que le quite la piel y lo haga trozos gordos.
En una sartén grande y con fondo, ponemos el aceite y encendemos el fuego para que se caliente.
Limpiamos el pollo y lo salamos un poco. Cuando el aceite esté caliente, introducimos los trozos de pollo y dejamos que se dore por todas partes avivando un poco el fuego.
Una vez dorado, lo pasamos a una cazuela ancha y colamos el aceite para quitarle impurezas y poderlo reutilizar.
Colocamos una sartén mediana con dos cucharadas del aceite colado y picamos la cebolla en trozos menudos. La incorporamos a la sartén y dejamos que se poche despacio con una pizca de sal.
Pelamos los ajos y los majamos en el mortero junto con las hojas del perejil y una pizca de sal. Añadimos el majado a la cebolla para que se rehogue.
Cuando tengamos la cebolla bien blandita, la trituramos con una espátula de madera o con el mortero. Añadimos el sofrito al pollo y en la misma sartén ponemos una cucharada del aceite colado y la harina.
Doramos la harina y le añadimos poco a poco parte del agua para que se haga una salsa que agregaremos al pollo junto con el resto del agua.
Colocamos la cazuela en el fuego al mínimo y después de mezclar todo bien con la cuchara de palo, lo tapamos y dejamos que cueza durante media hora. Si durante éste tiempo, vemos que se consume el caldo, añadimos poco a poco agua caliente, pero poca porque no tiene que quedar caldoso.
Mientras se hace el pollo, cocemos dos huevos contando 10 minutos desde el momento de meterlos en el agua hirviendo. los enfriamos y pelamos. Separamos las claras de las yemas y trituramos con ayuda de un tenedor.
Levantamos la tapa de la cazuela y perfumamos el pollo con las hebras del azafrán dejando que suelten también su color. Removemos el pollo para que se mezcle el azafrán con la salsa y volvemos a tapar para que siga cociendo otros 10 o 15 minutos más.
Por último, incorporamos las dos cucharadas de almendra molida.
Movemos la cazuela por las asas para que ligue la salsa y añadimos el huevo cocido ya triturado. Tapamos y dejamos que repose 5 minutos antes de servir.
Si queréis un consejo, éste pollo mejora mucho si lo elaboramos la víspera porque los sabores de los ingredientes se entremezclan dejando una salsa espesa y sabrosa.
Lo he hecho y de verdad que sale riquísimo. Dale la enhorabuena a tu tía .
ResponderEliminarPor fuerza tiene que salir rico. Es una receta heredada de su madre, y como ya os he comentado en alguna ocasión, las recetas con amor salen mejor.
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