lunes, 11 de noviembre de 2013

Tarta Selva Negra


   ¡¡ Muchas felicidades !!

   Aquí tienes la tarta que me pediste para tu cumpleaños J. M.

   Espero que la disfrutes con tus compañeros y amigos, y que... no os deis un atracón. Siempre se puede dejar algo para la merienda.

   INGREDIENTES:

 - 1 yogur natural
 - 1 medida de aceite de girasol
 - 2 medidas de azúcar
 - 3 medidas de harina fina
 - 2 cucharadas de cacao puro
 - 1 cucharadita de canela en polvo
 - 1 copita de ron
 - 1 sobre de levadura en polvo
 - 600ml de nata para montar
 - 250gr de chocolate negro intenso para fundir
 - 75gr de chocolate blanco de cobertura
 - 1/4 de vaso de leche fresca
 - 3 cucharadas de azúcar
 - 3 o 4 trozos de cáscara de naranja seca
 - 1 vaso y 1/2 de agua

   ELABORACIÓN:

   * Encendemos el horno a 180º posición aire forzado, o en su defecto calor en parte baja. Rejilla a media altura.

   En un bol grande, ponemos el yogur, y el envase nos servirá para medir el resto de los ingredientes. 
La medida de aceite, las dos medidas de azúcar, la copita de ron y la canela. Lo mezclamos todo con unas varillas y cuando tengamos una crema, separamos las claras de las yemas. Añadimos las yemas a la crema y seguimos batiendo hasta que queden bien ligadas.

   Guardamos las claras en el frigorífico porque se tienen que mantener frías para que monten mejor.

   Incorporamos las medidas de harina a la crema pasándola por un colador para tamizarla y haciendo movimientos circulares con las varillas procurando que no quede harina pegada en las paredes del bol.

   Sacamos las claras del frigorífico y las montamos con ayuda de unas varillas eléctricas. Podemos comprobar que están a "punto de nieve" cuando le damos la vuelta al bol y no se caen.

   En este momento añadimos la levadura en polvo a la crema para que empiece a hacer efecto.

   Con mucho cuidado vamos incorporando las claras montadas a la crema de chocolate y con movimientos lentos de arriba hacia abajo se irán ligando manteniendo su esponjosidad.

   Cuando tengamos todas las claras mezcladas, pasamos la masa a un molde cuadrado o rectangular untado con mantequilla y lo metemos al horno durante 30 minutos.

   Es muy importante no abrir el horno durante éste tiempo, porque si lo hacemos el bizcocho no subirá por la pérdida de calor. 

   También podemos comprobar si el bizcocho está cocido dando un golpe seco en el molde. Si vemos que se mueve la masa por el centro, nos está indicando que aún le queda un poco de cocción. Es mejor este sistema que el de pincharlo, porque si se pincha y no está bien cocido, se bajará el bizcocho y no quedará uniforme.

   Sacamos del horno el molde con ayuda de unos guantes de cocina para evitar quemaduras y dejamos que se enfríe a temperatura ambiente procurando que no existan corrientes de aire bruscas porque también podrían hacer que se bajase el bizcocho ya horneado.

   Mientras se enfría el bizcocho, preparamos el almíbar colocando en un cazo a fuego lento 3 cucharadas de azúcar, la cáscara de naranja y cuando adquiera una tonalidad dorada, añadimos el agua. Dejamos que cueza hasta que reduzca a la mitad su volumen. Retiramos del fuego y reservamos.

   Desmoldamos el bizcocho cuando aún esté templado y lo dejamos que termine de enfriar fuera del molde.

   Ponemos un cazo al baño María y calentamos la leche. Troceamos 175gr de chocolate negro y lo añadimos a la leche para que se funda removiendo con una cuchara de madera. Una vez fundido, lo retiramos del calor y dejamos que se enfríe.

   Montamos la nata con ayuda de unas varillas eléctricas y separamos 1/3 de la nata ya montada a otro bol guardándola en el frigorífico para que se mantenga fría y no se baje.

   Con ayuda de un cuchillo recortamos los bordes del bizcocho que suelen estar un poco más secos.

   Dividimos el bizcocho en tres capas con ayuda de un cortador de alambre.

   Colocamos una primera lámina de bizcocho sobre la bandeja forrada de papel vegetal y lo empapamos con almíbar.

   Mezclamos el chocolate fundido con 2/3 de la nata montada para dejarla trufada y extendemos una pequeña capa sobre el bizcocho empapado de almíbar.

   Colocamos una segunda lámina de bizcocho sobre la nata trufada y si vemos que sale por los bordes, le pasamos una espátula de mano para retirar lo sobrante. Empapamos el bizcocho con almíbar y cubrimos la superficie con 1/3 de nata montada.

   La extendemos bien procurando dejar una capa uniforme y algo gorgita.

   Ya solo nos queda una lámina de bizcocho que colocamos sobre la capa de nata y empapamos con el resto del almíbar. Cubrimos con la nata trufada que nos queda y extendemos bien por toda la superficie dejándola lo más uniforme posible repasando los lados con la espátula para que queden rectos y lisos.

   Guardamos la tarta en el frigorífico mientras hacemos las virutas con 75gr de chocolate negro y otros 75gr de chocolate blanco ayudándonos de un cuchillo bien afilado.

   Sacamos la tarta del frigorífico y espolvoreamos las virutas de chocolate por encima de la nata trufada dejándola completamente cubierta de chocolate de dos colores.

   Cubrimos la tarta para que no se seque y la guardamos en el frigorífico hasta el momento de consumirla.

   Recomiendo que por lo menos la dejemos un día de reposo en el frigorífico para que el bizcocho se humedezca con el almíbar y quede más jugosa.

   Ahora sólo queda poner las velas y cantar                                     " Cumpleaños feliz "
  

    

2 comentarios:

  1. Muchísimas gracias! La tarta fue la estrella de la fiesta!

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    1. No hay de qué. Hay quien se merece esto y mucho más, y vosotros os lo merecéis. Un beso.

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