En este blog podéis encontrar recetas sencillas con las que aprender a cocinar platos dulces o salados que nos abrirán un mundo de sabores, texturas y emociones para el paladar.
lunes, 5 de enero de 2015
Roscón de Reyes. Consejos prácticos
*** Hacer un buen Roscón de Reyes no es tan difícil como parece. Realmente, lo que más tiempo lleva es el proceso de levado que tenemos que dejar para que nos quede esponjoso. Yo os propongo que lo hagáis de una forma rápida que reduce ese tiempo sin perjudicar en absoluto el resultado final.
INGREDIENTES:
- 500g de harina fina
- 150g de azúcar glas
- 130g de leche
- 70g de mantequilla
- 2 huevos
- 30g de levadura prensada fresca
- 3 cucharadas de agua de azahar
- Piel de 1 naranja
- 1 pizca de sal
- 1/4 de naranja confitada
- 6 cerezas confitadas
- 2 cucharadas de azúcar granulada
- 1/2 cucharada de agua
- 3 cucharadas de almendra fileteada cruda
- Huevo batido
ELABORACIÓN:
Si tenemos una amasadora eléctrica nos vendrá fenomenal ya que reducimos mucho el tiempo y esfuerzo en la mezcla y amasado. Si lo hacemos a mano, procurad tener todos los ingredientes pesados y dispuestos en la mesa de trabajo.
Justo antes de comenzar con la elaboración, encendemos el horno a una temperatura de 50º con calor arriba y abajo para tenerlo templado en el momento que lo necesitemos.
Si el azúcar que tenemos es en grano, se puede moler y de esta forma conseguimos un azúcar glas.
Tanto para amasar en máquina como a mano, seguimos el siguiente proceso:
Ponemos el azúcar glas en el bol y raspamos la piel de la naranja previamente bien lavada y secada sobre el azúcar.
Templamos la leche a 35º y diluimos la levadura en ella. Lo añadimos al bol junto con la mantequilla ablandada en punto pomada y mezclamos con unas varillas hasta conseguir una crema líquida.
Incorporamos los huevos batidos y el agua de azahar. Seguimos mezclando con las varillas hasta que estén bien ligados a la crema.
En este momento, sacamos las varillas manuales y comenzamos a mezclar con la mano la harina con la pizca de sal añadiendo de cucharada en cucharada para que la harina no haga grumos.
No he especificado el tipo de harina porque se puede poner tanto harina de fuerza como harina fina. La diferencia es la esponjosidad que nos queda con cada una de ellas. Particularmente, yo prefiero la normal.
Cuando no podamos seguir mezclando en el bol, volcamos todo el contenido sobre la mesa y seguimos amasando con las dos manos y añadiendo harina según nos pida la masa. En ocasiones es preciso poner algo más de harina.
Cuando tengamos una masa que se despegue de las manos pero aun notemos que se adhiere un poco, amasamos durante 3 o 4 minutos poniendo algo de harina en la mesa para evitar que se pegue.
Pasamos la masa hecha una bola al bol y la cubrimos con un paño limpio. Metemos el bol al horno que ya habrá alcanzado una temperatura de 35 o 40º y dejamos que crezca la masa durante 1/2 hora o 3/4 de hora. Tiene que triplicar su volumen.
El horno lo mantendremos encendido a la temperatura de 50º porque lo volveremos a utilizar.
Sacamos la masa del bol bajando antes con la mano el volumen adquirido y la volvemos a amasar un poco para dar.
En este punto, podemos elaborar un roscón o dos. Yo aconseja hacer dos, porque podemos congelar uno y tenerlo para otro día.
Formamos una bola uniforme con la masa y le introducimos el dedo en el centro presionando hasta romper la masa y tocar la mesa.
Con ayuda de las manos, vamos dando forma de rosco a la masa procurando que esté uniforme por todas partes.
Colocamos la rosca de masa sobre una fuente de horno forrada de papel vegetal espolvoreado de harina y le damos forma redonda u ovalada.
Pincelamos toda la masa con huevo batido procurando llegar a las partes que tocan el papel porque cuando crece la masa, habrá zonas que no tengan huevo y su tono de dorado será algo mas claro y mate.
Cortamos las cerezas por la mitad.
Hacemos rodajas de la naranja confitada.
Decoramos con las frutas la parte superior del roscón.
Ponemos dos cucharadas de azúcar granulada en una tacita y media cucharada de agua. mezclamos y si vemos que queda demasiado líquido, añadimos media cucharada más de azúcar. Nos tiene que quedar como troceada.
Con ayuda de un tenedor de postre, vamos poniendo trozos de azúcar por la superficie de la masa que quede libre.
Por último, repartimos la almendra fileteada que cubra todo. Aunque nos parezca que es mucho, no importa, porque cuando crece la masa se reparte y queda mas hueco.
El motivo de decorar el roscón antes de que crezca es porque si lo hacemos después, lo único que conseguimos es que se baje por aquellas partes que tiene mas peso y no quede bonito.
Cuando tengamos completamente decorados los dos roscones, los metemos al horno que tenemos templado a 35 o 40º y dejamos que leven y tripliquen de nuevo su volumen durante 1/2 hora o 3/4.
Es muy importante no tocar la masa porque se bajaría y perdería la forma.
Una vez crecidos los roscones, los sacamos del horno y subimos la temperatura de éste a 170º con calor en parte baja y si tenéis posición de aire mucho mejor.
Alcanzada la temperatura de 170º, metemos un roscón al horno y dejamos que se cueza durante 15 o 20 minutos. Si vemos que se dora demasiado, bajamos la temperatura del horno a 150º.
El segundo roscón lleva el mismo tiempo.
Sacamos del horno y dejamos las bandejas sobre una rejilla para que se enfríen.
Si no se van a consumir los dos roscones, se puede congelar uno en cuanto se haya enfriado y se podrá consumir días después sacándolo del congelador y dejándolo a temperatura ambiente.
Ahora solo queda que le pongáis un buen trozo de roscón a vuestro Rey preferido y esperar a que llegue para comérselo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario