martes, 29 de julio de 2014

Mini croustades rellenos para aperitivo


   *** Los mini croustades son unas cestas ya elaboradas de pasta fina y crujiente algo salada que podemos encontrar en algunos centros comerciales y que son ideales para rellenar con todo aquello que nos apetezca. Yo los descubrí en casa de mi amiga Teresa y los preparé con un relleno refrescante y lleno de sabor.

   INGREDIENTES:


 - 50g de mini croustades
 - 3 hojas de lechuga pequeñas
 - 1/4 de cebolla dulce
 - 4 pepinillos en vinagre
 - 1 cucharada de alcaparras
 - 1/2 cucharadita de eneldo
 - 2 cucharadas de mahonesa casera
 - 50g de salmón marinado
 - 1 cucharadita de mostaza
 - 1 tallo de flor de cebollino

   ELABORACIÓN:

   En la elaboración de este aperitivo, podemos cambiar alguno de los ingredientes ya que no es fácil encontrar flor de cebollino si no lo tenemos plantado en nuestro jardín y si lo encontramos sería demasiado caro, por lo que se puede sustituir por tallo de cebollino y picarlo muy fino. También se puede sustituir la lechuga hoja de roble por cualquier otra que tengamos en nuestro frigorífico.

   Lavamos las hojas de lechuga para quitarles la suciedad que puedan tener y las cortamos en juliana fina.

   Cubrimos de agua la lechuga ya cortada y metemos en el frigorífico para que se quede crujiente.

   Picamos muy menuda la cebolla y la pasamos a un cuenco.

   Picamos de igual manera el pepinillo que añadimos a la cebolla.

   Desmenuzamos todo lo que podamos las alcaparras con ayuda del cuchillo y las incorporamos al cuenco.

   Elaboramos una salsa mahonesa casera con 1 huevo fresco, 1 cucharadita de vinagre de vino, una pizca de sal y 250ml de aceite de oliva. Le ponemos dos cucharadas de esta mahonesa a la mezcla del cuenco junto con el eneldo que puede ser fresco o seco. Lo mezclamos con un la cuchara y guardamos en la nevera tapado con film transparente.

   Escogemos 4 o 5 filetes de salmón marinado que tenemos hecho por nosotros o en su defecto, del que nos venden empaquetado y lo cortamos en tiras finas y no muy largas.

   Escurrimos muy bien la lechuga para que no le quede nada de agua.

   Pincelamos el fondo de los croustades con un poco de mostaza y los rellenamos de lechuga.

   Salsemos cada cestillo con una cucharadita de salsa sin que rebose.

   Ponemos sobre la salsa unas tiras de salmón, una alcaparra entera y decoramos con una diminuta flor de cebollino para darle ese toque que, además de elegancia, le aporta un gran sabor.


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