*** La historia de esta tarta se remonta a cuando mi hijo Jaime estudiaba 4º de Primaria. Ofrecieron un curso de cocina en el cole y le apunté. Al finalizar el curso tenían que elaborar cada alumno una receta sencilla y novedosa.
La tarta que él elaboró se hizo colocando capas de bizcochos de soletilla, pero el resto de los ingredientes son los mismos.
Gustó tanto que no pasa un verano sin que la elaboremos en casa para refrescarnos con algo tan apetecible como merienda.
INGREDIENTES:
- Bizcocho casero de vainilla
- 4 tarrinas de crema catalana
- 1 bote de melocotón en almíbar
ELABORACIÓN:
Para elaborar el bizcocho de vainilla, tenemos que ver la receta de "Bizcocho básico" del mes de Febrero y sustituir el aceite de girasol por nata líquida además de añadir 1 cucharadita de aroma de vainilla. La textura será algo más densa lo que nos ayudará a que no se rompa con facilidad cuando lo fileteemos para hacer las capas.
Aconsejo tener el bizcocho hecho del día anterior para manejarlo mucho mejor. Recortamos los bordes y con ayuda de un cortador de alambre especial para bizcochos, le retiramos la capa superior que nos ha quedado dorada. De ésta forma igualamos y las capas nos quedarán perfectas.
Damos la vuelta al bizcocho y cortamos la primera capa. El grosor que le demos debe ser 1/3 del total, ya que todas las capas tienen que ser iguales.
Colocamos la primera base con la parte tostada hacia abajo en una bandeja especial para tartas que se pueda tapar y que tenga un poco de fondo para que el jugo no se salga.
Con ayuda de una cuchara bañamos el bizcocho con el almíbar del bote de melocotón.
Seguidamente batimos el contenido de las tarrinas de crema catalana en un bol para dejarla con una consistencia más ligera.
Extendemos una capa de crema sobre la base con ayuda de una cuchara procurando que no llegue a los bordes.
Cortamos otra capa de bizcocho y lo colocamos sobre la crema. Presionamos un poco desde la parte del centro hacia afuera y cuando veamos que llega la crema a los bordes dejamos de presionar.
Realizamos la misma operación de bañar con almíbar y cubrir con crema hasta que coloquemos la última capa de bizcocho bañado y crema.
Colocamos medio melocotón en una tabla de cortar y hacemos láminas finas con las que empezaremos a cubrir la superficie de crema.
Cortaremos tantos melocotones como sea necesario hasta terminar de cubrir la superficie.
Tapamos la tarta y guardamos en el frigorífico mínimo durante 3 horas, pero si la dejamos más tiempo mucho mejor porque el bizcocho estará más jugoso.
*** En esta receta he aprovechado una crema de queso que elaboré para otro postre, y mirando en la despensa encontré un paquete de tartaletas ya empezado y un tarro de frutos del bosque en su jugo.
Me puse manos a la obra y con un poco de imaginación cree este plato.
INGREDIENTES:
- 100gr de queso para untar
- 100gr de nata líquida para montar
- 1 cucharada colmada de azúcar
- 8 tartaletas de masa quebrada
- Frutos del bosque en su jugo
- Brotes de menta
- Flores de pensamiento y hortensia
ELABORACIÓN:
La crema de queso ya la tenía hecha de otro día que utilicé para realizar la receta de "dulce... o salado", pero os cuento cómo se hace.
Ponemos en un cuenco mediano la nata, el queso y el azúcar. Batimos con una batidora eléctrica y guardamos en el frigorífico bien tapada para que espese.
Elegimos un plato que contraste con los ingredientes. Yo he puesto una placa de pizarra que ahora se utiliza mucho en cocina.
Colocamos unas tartaletas y pensamos en la distribución de los elementos elegidos para la decoración del plato.
Metemos la crema de queso en una manga pastelera y comenzamos a rellenar las tartaletas.
Ponemos otros dos montículos de crema directamente sobre la superficie del plato.
Con unos brotes de menta y unas moras decoramos las tartaletas. Para los montículos seleccionamos unas fresas.
Repartimos unas flores de pensamiento y hortensia por el plato y listo para ser presentado a los comensales.
Seguro que a más de uno le dará pena comérselo.
*** En ocasiones podemos encontrar en las pescaderías rapes enteros o colas de rape y huesos sueltos. Los precios varían mucho, pero si lo que queremos es hacer varios guisos, nos conviene comprarlo entero y aprovechar cuando esté en oferta.
El rape que compré para elaborar ésta receta, tenía además el hígado, por lo que pude cocinarlo y preparas unos aperitivos.
INGREDIENTES:
- Una cola de rape límpia
- Mezcla de lechugas
- 3 o 4 tomates cherry
- Sal en escamas
- Aceite de oliva virgen
- Reducción de vinagre de Pedro Ximénez
* Para el hígado
- El hígado del rape
- Agua con hielo
- 100ml de aceite de oliva
- 1 diente de ajo grande
- Sal
- Rebanadas de pan
- Medio limón
ELABORACIÓN:
Cuando compremos el rape le pedimos al pescadero que nos guarde el hígado, porque normalmente lo suelen tirar. También le decimos que limpie la cola de piel y espina dejándola en dos lomos enteros y con la cabeza si puede, que saque la parte de los carrillos y trocee los huesos.
Una vez en casa, limpiamos el hígado de venas, lo lavamos un poco y lo ponemos en agua con hielo para que suelte la sangre que pueda tener en su interior. Lo dejamos un rato mientras organizamos el resto del pescado.
Las colas las colocamos en un taper bien cerrado y las guardamos en el frigorífico en la parte más fría.
Antes de lavar los huesos, podemos revisarlos y sacar algún trozo más de carne que colocaremos con los carrillos y que podemos congelar para elaborar otro día un arroz.
Si queremos adelantar tiempo, se puede hacer una cocción de los huesos y guardar éste caldo ya colado y frío en el congelador.
Sacamos el hígado del agua que habrá quedado sonrosada y lo secamos bien con papel de cocina. Colocamos un cazo pequeño con el aceite y el diente de ajo al fuego mínimo. Salamos el hígado y lo metemos en el aceite para que se cueza despacio durante 3 minutos. Pasado éste tiempo, lo retiramos del fuego y lo tapamos dejando que se enfríe en el propio aceite.
Cuando esté frío, podemos elaborar unos aperitivos con unas rebanadas de pan ligeramente tostadas.
Untamos unos trozos de hígado y espolvoreamos un poco de sal. Colocamos medio limón en el plato para que quien quiera se ponga unas gotas en la tosta. El resto del hígado lo podemos tapar y guardar en el frigorífico para otro aperitivo.
La cola del rape se puede elaborar de muchas maneras, pero la más sencilla es a la plancha.
Preparamos una plancha al fuego medio-fuerte y mientras alcanza temperatura cortamos las dos partes de cola en trozos de unos 2cm aproximadamente. Salamos ligeramente y pasamos los trozos a la plancha previamente engrasada con aceite de oliva para que se hagan un minuto y medio por cada lado.
Mientras se hace la cola de rape en la plancha, preparamos una fuente rectangular con un fondo de lechugas variadas frescas y unos tomates cherry troceados. Espolvoreamos con sal en escamas y colocamos los trozos de rape recién hechos sobre la lechuga. Regamos con aceite de oliva virgen y reducción de vinagre Pedro Ximénez. Llevamos a la mesa para servirla a los comensales inmediatamente.
*** Preparar unos sándwich para una fiesta lleva un poco de trabajo, pero el resultado es tan sorprendente que llamarán la atención de los invitados. Aunque el relleno sea el de siempre.
INGREDIENTES:
- Rebanadas de pan de molde
- Queso tierno en lonchas
- Fiambre de pavo
- Paté
- Queso de untar
- Atún
- Tomates cherry
- Endibias
- Escarola
- Hojas de canónigo
- Cebollino
- Maíz dulce
ELABORACIÓN:
El relleno de los sándwich que os presento es un pequeño ejemplo, pero se pueden elaborar de muchas maneras que ya os iré contando poco a poco en mi blog.
Otra forma de dar colorido y vistosidad es utilizando panes integrales de distintas semillas. De esta manera cambiamos también el sabor del pan.
Colocamos las rebanadas de pan sobre una tabla de cortar y las rellenamos a nuestro gusto.
Tapamos con otra rebanada de pan y colocamos pequeños moldes de distintos motivos sobre los sándwich.
Presionamos con la palma de la mano o con otra tabla de cortar pequeña y de plástico. Damos la vuelta al sándwich y verificamos que ha seccionado todo el pan.
Separamos los recortes y dejamos los moldes con el relleno. Sacamos éste presionando un poco con un dedo hacia abajo mientras tiramos del molde hacia arriba con la otra mano.
En una fuente lo más plana posible, ponemos unas nueces de queso de untar y sobre ellas las mitades de unos tomates cherry, reservando las otras para poner sobre trozos de escarola.
Distribuimos los sándwich de formas por la fuente y decoramos con hojas de endibia y de canónigo. Colocamos unos granos de maíz sobre las formas de flor y espolvoreamos con un poco de cebollino picado.
Seguro que cuando presentéis
esta fuente tan primorosa no
dejarán de hacer comentarios.
Espero que toméis nota y superéis con creces la muestra.