domingo, 8 de septiembre de 2013

Bacalao fresco al pilpil con guarnición


*** Hace poco, un amigo de mi hijo Jaime me trajo de Noruega unos lomos de bacalao fresco congelado y no pude por menos que hacer parte de ellos al pilpil para ver que tal quedaban.

   No es lo mismo que el bacalao desalado, pero quedaron muy ricos. ¡¡ Gracias César !!

   INGREDIENTES:

 - 2 lomos de la parte alta de bacalao fresco
 - 4 pimientos verdes
 - 1/2 pimiento rojo
 - 4 o 6 tallos de cebolleta
 - 4 patatas pequeñas
 - 2 o 3 dientes de ajo
 - 100ml de aceite de oliva virgen
 - Sal y perejil

   ELABORACIÓN:

   Si el bacalao está congelado, lo sacamos del congelador la noche de ántes para que se descongele dentro del frigorífico en la parte menos fría.

   Limpiamos bien los pimientos dejándolos enteros. Ponemos una sartén al fuego con el aceite y cuando esté caliente, metemos los pimientos y tapamos. Los freímos a fuego lento dando de vez en cuando la vuelta para que se hagan por igual.

   Mientras tanto, pelamos las patatas y partimos un poco más gordas que para tortilla. Las dejamos en agua para que no se ennegrezcan.

   Troceamos el pimiento rojo en tiras gordas y lo cocemos en el microondas durante 1 minuto para que pierda dureza. Después lo pasamos a una sartén con una pizca de aceite y lo terminamos de hacer muy despacio para que tome color pero no se queme.

   En la misma sartén de hacer el pimiento rojo, podemos hacer los tallos de cebolleta que ya tendremos limpios y pasados por el microondas.

   Cuando estén hechos los pimientos verdes, los sacamos de la sartén a una bandeja y reservamos todo en el horno que mantendremos a 60º para que no se enfríen.

   En el mismo aceite de los pimientos, freímos las patatas ya escurridas. 
 
   Pelamos los ajos y fileteamos. Colocamos una cazuela con una cucharada de aceite de las patatas y los freímos hasta que tomen un tono dorado. Los retiramos a un plato y reservamos.

   Troceamos los lomos de bacalao y los metemos en la cazuela  con el aceite de los ajos y dejando la piel hacia arriba.

    Es muy importante mantener el fuego al mínimo y mover constantemente la cazuela para que el bacalao suelte jugo y ligue con el aceite que podremos ir añadiendo poco a poco según nos lo pida.

   Cuando veamos que 1/3 del grosor del lomo ha blanqueado, le damos la vuelta y seguimos moviendo para que suelte ahora la gelatina y lo que queda de jugo. Pero, si vemos que no tiene suficiente, podemos añadir alguna cucharadita de agua caliente. 

   Como el bacalao es fresco, tendremos que ponerle una pizca de sal, pero en el caso del bacalao desalado no hace falta.

   Podemos decir que el bacalao está hecho cuando vemos el grosor del lomo blanco.

   Servimos en un plato junto con el pimiento verde, el pimiento rojo, los tallos de cebolleta, las patatas y decorado con unos filetes de ajo dorado y salsa pilpil. Salamos ligeramente los pimientos y las patatar y espolvoreamos con perejil fresco.





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