*** El sentido de la vista juega un papel muy importante a la hora de hacer más apetecible un plato. Si además, los ingredientes están bien conjugados, el éxito lo tendremos asegurado.
INGREDIENTES:
- 12 obleas de empanadilla
- 200g de setas de cardo
- 100g de champiñón
- 2 dientes de ajo
- 30g de jamón serrano
- 15g de queso parmesano
- 24 dados de mousse de oca
- 1 huevo batido
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Sal
- Ajimolí
- Albahaca fresca
ELABORACIÓN:
* Encendemos el horno a 160º posición aire forzado o en su defecto calor arriba y abajo. Rejilla a media altura.
Sacamos las obleas de empanadilla del frigorífico 5 minutos antes para que se puedan manipular mejor y no se rompan.
Preparamos una bandeja especial para elaborar bollitos y metemos dentro de los moldes las obleas con su papel. Le damos la forma presionando con los dedos y procurando que quede igualada en altura. Si nos quedan obleas, esperamos a sacar una hornada para meter otra con el resto de las obleas.
Pincelamos el interior de la masa con huevo batido y horneamos durante 10 minutos.
Si vemos que se doran demasiado, quitamos el calor de la parte de arriba o bajamos la temperatura del horno a 150º. Sacamos del horno y dejamos que se enfríen.
Limpiamos las setas y las hacemos tiras. Reservamos. Limpiamos los champiñones, fileteamos y reservamos.
Colocamos una sarten al fuego con una cucharada de aceite. Mientras toma temperatura, limpiamos los ajos y los picamos, los metemos a la sarten y doramos ligeramente. Incorporamos las setas subiendo la fuerza del fuego al máximo para evitar que suelten agua.
Cuando las tengamos salteadas, las retiramos a un plato y en la misma sarten salteamos los champiñones. Juntamos los dos tipos de setas en el plato y reservamos.

De una cuña de jamón serrano que tengamos en el frigorífico sacamos unas lonchas muy finas y hacemos tiras con ellas.
Volvemos a meter las setas a la sarten y les damos un golpe de calor a la vez que las salamos un poco y espolvoreamos con una pizca de ajimolí. Agregamos las tiras de jamón, les damos unas vueltas y las retiramos.
Retiramos el papel de las tartaletas con mucho cuidado de no romperlas y las colocamos sobre una fuente de horno.
Las rellenamos con las setas procurando que quede parte del jamón en la superficie.
Decoramos con unas lascas de queso parmesano, no mas de tres por pieza.
Cortamos unos dados de mousse de oca adecuados al tamaño de la tartaleta. Colocamos dos dados dentro de cada una de ellas y metemos al horno a una temperatura de 150º no más de 10 minutos.

Mientras se calientan, lavamos unas hojas de albahaca fresca, las secamos bien con papel de cocina y las picamos en tiras finas.
Sacamos las tartaletas del horno, las presentamos en platos individuales o en una fuente espolvoreadas con la albahaca.
Servimos calientes para que se puedan apreciar las texturas y sabores de este llamativo plato que perfectamente nos puede servir como entrante o aperitivo de una cena entre amigos.
*** Presentar un plato algo más elaborado y con una presencia bastante atractiva, hace que nuestros comensales se queden sorprendidos y maravillados por ese detalle.
Ya os he comentado en alguna ocasión que cocinar es imaginar, crear y gozar con los resultados de nuestro trabajo.
INGREDIENTES:
- 1 paquete de pasta filo
- 450g de espinacas congeladas
-
6 champiñones pequeños
- 150g de beicon
- 150g de queso de Burgos
- 150g de queso de untar
- 2 cucharadas de queso parmesano rallado
- 200ml de nata líquida
- 3 huevos frescos
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharadita de hierbas provenzales
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- Sal
- Huevo batido y aceite para pincelar la pasta
ELABORACIÓN:
El relleno de las caracolas lo podemos elaborar el día anterior porque necesita estar frío en el momento de rellenar.
Limpiamos los champiñones de la tierra que tienen en el tronco cortando esa parte con un cuchillo y los lavamos un poco. Fileteamos y salteamos en una sarten con una cucharada de aceite junto con los ajos troceados. Retiramos a un plato y reservamos.
En la misma sarten, doramos el beicon que habremos cortado en tiras finas.
Mientras se nos hacen los champiñones y el beicon, podemos descongelar las espinacas en el microondas.

Retiramos el beicon cuando tenga un color tostado al mismo plato de los champiñones.
Agregamos dos cucharadas de aceite a la sarten y cuando tome temperatura, incorporamos las espinacas ya descongeladas. Salamos ligeramente y dejamos que se cocinen tapadas durante 10 minutos removiendo de vez en cuando.

Transcurrido éste tiempo, añadimos los champiñones y el beicon. Mezclamos todo y retiramos del fuego.
En un bol, ponemos los tres huevos, el queso de Burgos, el queso de untar y lo batimos todo con ayuda de una batidora eléctrica.
Colocamos la sarten al fuego y agregamos la nata removiendo con el tenedor de madera y seguido la mezcla del bol. Condimentamos con las hierbas provenzales y cocinamos a fuego suave sin dejar de mover.
Cuando tengamos las espinacas con una textura cremosa, añadimos el queso parmesano y dejamos que terminen de hacerse durante 2 minutos más.
Retiramos del fuego y pasamos el relleno a una fuente para que se enfríe. Una vez frío, lo tapamos y guardamos en el frigorífico o comenzamos a rellenar la pasta filo.
* Encendemos el horno a 180º posición aire forzado, o en su defecto calor arriba y abajo. Rejilla a media altura.
Extendemos dos láminas de pasta filo sobre la encimera y las colocamos contrapeadas una de la otra. Pincelamos la superficie de la lámina que nos queda en la parte superior con un poco de aceite.
Ponemos el relleno siguiendo el borde le la lámina, pero dejando una distancia de unos 5cm y procurando no poner demasiada cantidad.
Cubrimos el relleno con las dos láminas de pasta formando un cilindro no muy apretado.
Enroscamos el cilindro con mucho cuidado y sin presionar demasiado para evitar que se rompa la pasta. Repetimos la misma operación hasta terminar el relleno.
Si nos salen demasiadas caracolas, podemos congelar algunas envueltas en papel vegetal para otra ocasión.
Colocamos las caracolas en una bandeja de horno forrada de papel vegetal y las pincelamos con huevo batido.
Metemos al horno durante 30 minutos. Si durante éste tiempo vemos que se doran demasiado, bajamos la temperatura del horno para que no se quemen y se hagan por dentro.
Sacamos del horno y dejamos que reposen un par de minutos antes de servirlas.
Las presentamos de forma individual decoradas con unas hojas de albahaca o de menta.