Roscón de Reyes

*** Hacer un roscón de Reyes no es complicado y, seguro que con la práctica os sale cada vez más rico. Así pues, ya podéis empezar a elaborar alguno de vez en cuando para que en los próximos Reyes os queden perfectos.

   INGREDIENTES:

 - 400gr de harina de fuerza
 - 250gr de harina fina
 - 175gr de azúcar
 - 100gr de mantequilla
 - 200ml de leche fresca
 - 50ml de zumo de naranja
 - 2 huevos frescos
 - 1 cucharadita de agua de azahar
 - 1 cucharadita de esencia de naranja
 - 1/2 cucharadita de sal
 - 50gr de levadura prensada
 - Naranja confitada
 - Guindas confitadas
 - Almendra fileteada
 - Huevo batido para dar brillo
 - Azúcar húmeda

   ELABORACIÓN:

   * Encendemos el horno a 50º en posición de aire forzado o en su defecto, calor arriba y abajo.

   Pesamos las harinas y las mezclamos en un bol grande, le ponemos la sal y con ayuda de unas varillas metálicas las mezclamos para que se quede más suelta y tamizada.

   Metemos la leche en el microondas para templarla un poco, no más de 30º. 

   Añadimos a la leche el azúcar y la diluimos. Seguidamente introducimos la levadura troceada para que se deshaga con más facilidad.

   Metemos la mantequilla en el microondas para dejarla en punto pomada.

   Batimos los huevos y les añadimos el zumo de naranja, el agua de azahar y la esencia de naranja.

   La esencia de naranja podéis hacerla vosotros ( ver receta en mi blog ), pero si no tenéis esencia, se puede sustituir por raspadura de naranja fresca.

   Hacemos un hueco en el centro de la harina y vamos incorporando por éste orden la mantequilla, la leche con la levadura y los huevos con las esencias.

    Comenzamos amasando con la mano hasta que se incorporen todos los ingredientes.

   Enharinamos la superficie de trabajo con algo de harina fina y pasamos la masa que tenemos en el bol para continuar amasando mientras absorbe algo más de harina.


   El punto de la masa está cuando se desprende totalmente de las manos y se deja amasar de forma elástica. Trabajamos la masa durante 5 minutos.

   Pasamos la masa a un bol, la tapamos con un paño y dejamos que repose entre 10 y 15 minutos en un lugar templado y sin corrientes.

   Mientras tanto, recogemos un poco la cocina y cortamos la naranja confitada en rodajas, las guindas las dividimos en dos mitades y batimos el huevo.

   Partimos la masa en dos mitades. Le damos forma de bola y practicamos un hueco en el centro dejándola como si fuese una rosquilla. La estiramos con las manos y colocamos en una placa de horno forrada con papel vegetal. Realizamos la misma operación con la otra mitad de masa.

   Metemos las dos placas en el horno y dejamos que fermente durante 30 minutos sin abrir la puerta en ningun momento.

   Transcurrido éste tiempo, sacamos del horno las dos placas y subimos a 200º para que coja temperatura para bajarlo a 180º cuando horneemos el roscón.

   Con sumo cuidado, pintamos la superficie del roscón fermentado, y digo ésto porque es aquí cuando se nos puede bajar la masa por un exceso de presión. Otra opción es meter el huevo batido en un pulverizador y pulverizar la masa.

   Decoramos con rodajas de naranja confitada y guindas, espolvoreamos con generosidad almendras fileteadas cubriendo casi en su totalidad el roscón.

   Por último, ponemos unos costrones de azúcar humedecida y metemos al horno colocando la placa a media altura y dejamos que cueza a 180º durante 15 minutos.


   Trabajamos de la misma manera el segundo roscón mientras se nos hornea el primero.

   Sacamos del horno y dejamos que se temple un poco antes de pasarlo a una rejilla para que termine de enfriar.

   Para conservar el roscón y que no se endurezca, lo metemos en un recipiente de plástico con cierre hermético. También podemos cortarlo en porciones y congelarlo el mismo día de su elaboración y, sacar raciones en el momento que nos apetezca dejando que se descongele a temperatura ambiente.

   Si se queda de un día para otro, podemos meter la porción que nos queramos tomar en el microondas en modo descongelación durante 1/2 minuto y lo tendremos como recién hecho.

   Ahora solo nos queda hacernos un buen chocolate algo espesito y disfrutar de ese manjar navideño en cualquier época del año que nos apetezca.