INGREDIENTES:
- 1,5kg de tomates maduros de rama
- 3 dientes de ajo
- 20gr de azúcar
- 30ml de aceite de oliva
- 3 cucharadas de vinagre de Módena
- Sal
- Albahaca fresca
- Tomillo fresco
ELABORACIÓN:
Cuando compremos los tomates en la frutería,le pedimos al frutero que nos escoja los más pequeños y maduros, pero no blandos.
** Encendemos el horno a 70º , calor en parte alta y baja. Rejilla a media altura.
Desprendemos los tomates de las ramas y los lavamos bien. Los partimos por la mitad y les quitamos las semillas poniéndolas en un cuenco.
Colocamos los tomates en una bandeja para horno con suficiente fondo y no muy grande.
Majamos los ajos con la sal y ligamos con el aceite, el vinagre y por último la sal. Regamos los tomates con la mezcla y los metemos al horno durante 1 hora removiéndolos de vez en cuando.
Pasada la hora, lavamos unas hojas de albahaca fresca y unas ramas de tomillo. Lo picamos todo con unas tijeras de cocina y se lo añadimos a los tomates. Volvemos a meter los tomates en el horno durante otra hora más.
Mientras se hacen los tomates, pasamos por un colador las semillas para obtener el jugo que pondremos en un cazo después de retirar la espuma y calentamos a fuego lento para que reduzca.
Cuando tengamos el jugo reducido, se lo añadimos a los tomates que tenemos en el horno y lo mezclamos con ayuda de una cuchara y dejamos que terminen de hacerse subiendo la temperatura del horno a 120º y caramelice.
Sacamos los tomates del horno y dejamos que se enfríen. Guardamos en el frigorífico o congelamos por raciones.
Estos tomates quedan buenísimos sobre una tosta de pan con una anchoa, en una ensalada de espinacas con rulo de cabra, sobre una pizza de vegetales... Los pongas como los pongas, dan un punto completamente diferente a los platos.
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